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El Departamento de justicia de los Estados Unidos ha confirmado la detención de un hombre, acusado de conspirar para hacer explotar un centro de datos de Amazon en Virginia, en un intento de lo que él denominaba “matar a Internet”. El acusado estaba convencido de que su acción borraría “alrededor del 70%” de la red mundial.
En un comunicado difundido el pasado viernes, el Departamento de justicia confirmó la identidad del detenido: Seth Aaron Pendley de Wichita Falls, que había sido arrestado el pasado jueves y acusado formalmente por el intento de destruir un edificio con un explosivo.
El objetivo del acusado era el centro de datos de Amazon Web Services en Virginia que, según el acusado presta servicios en la red al FBI, a la CIA y otras agencias federales. Además de intentar “matar a Internet” el acusado afirmaba que el acto derribaría “la oligarquía actualmente en el poder en los Estados Unidos”.
El FBI tuvo conocimiento de los planes de Pendley por la llamada de un ciudadano que alertó sobre los mensajes que este estaba publicando en un foro de simpatizantes de extrema derecha. La web, MyMilitia.com, es un conocido foro de los autoproclamados “patriotas estadounidenses”, uno de los foros utilizados por algunos de los grupos que organizaron el asalto al Capitolio el pasado mes de enero.
En el foro, donde Pendley adoptaba el seudónimo de “Dyonisus”, esbozó partes de su plan y afirmó que planeaba realizar un pequeño experimento" que "generaría mucho calor". A las preguntas del foro sobre cuál sería el resultado de ese experiemnto que planeaba, el usuario respondió: “muerte”.
El FBI consiguió los datos de la cuenta de usuario del foro y su correo electrónico, datos que les llevaron a Pendley. Tras revisar sus redes sociales descubrieron que en estas se jactaba de haber estado el día 6 de enero en el Capitolio. En otros mensajes de sus redes sociales, Pendley había afirmado usar explosivo C-4 para volar centros de datos y destruir Internet.
El FBI le tendió una trampa y consiguió que contactara con un supuesto proveedor del explosivo, que en realidad era un agente. Fue a este agente infiltrado al que le contó su plan e intentó comprarle el material explosivo.
Si es declarado culpable, Pendley podría enfrentarse a una condena de hasta 20 años en una prisión federal.