Reino Unido ha observado un minuto de silencio antes de celebrarse el funeral de Felipe de Edimburgofallecido ya hace ocho días. Momentos después de finalizar, justo cuando comenzaban los aplausos, una mujer que se encontraba cerca del castillo de Windsor ha comenzado a correr en topless.
"Salvar el planeta, salvar a los árboles", ha gritado la mujer semidesnuda entre una multitud que estaba aplaudiendo mientras tenía lugar el funeral del duque. Inmediatamente, la Policía de Thames Valley la ha detenido, según informa el diario Daily Mail.
El momento no ha interrumpido el funeral que se ha celebrado de forma íntima con la asistencia de 30 invitados a una ceremonia que ha durado 50 minutos en la Capilla de San Jorge.
Allí, tras procesionar el ataúd que ha viajado a bordo de un Land Rover, el Jefe del Estado Mayor de Defensa, General Sir Nicholas Carter, junto con los jefes del Ejército, las Fuerzas Aéreas y la Marina británica, han cargado con el féretro sobre los hombros y han subido las escalinatas de la capilla.
Una vez allí, el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha dado la bendición, después de que el ataúd ha sido bajado hasta la Bóveda Real, donde descansa junto a otros 24 miembros de la familia real británica. Welby ha destacado su "fe y lealtad firmes" y su "alto sentido del deber y la integridad".
Uno de los momentos más esperados ha sido el reencuentro de Harry con su familia, en especial, con su hermano William, ya que aseguró que ambos mantienen una relación distante. No ha sido hasta la finalización del servicio en la capilla cuando se ha podido ver a Harry y William sin distancia. También en el exterior han sido vistos hablando mientras caminaban uno al lado del otro.
De acuerdo con las regulaciones de salud actualmente vigentes en Inglaterra, solo 30 invitados han asistido a la ceremonia, la mayoría de ellos miembros de la Familia Real. El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció la semana pasada que se excusaría del evento para permitir la entrada de más familiares y allegados.
Por descontado, han acudido la reina Isabel II, que vestida de luto se ha sentado sola en la capilla, así como los cuatro hijos de la pareja (el príncipe Carlos, príncipe de Gales; Ana, Princesa Real; el príncipe Andrés, duque de York; y el príncipe Eduardo, conde de Wessex) y sus ocho nietos (el príncipe Guillermo, duque de Cambridge, y el príncipe Enrique, duque de Sussex, hijos del príncipe de Gales y la princesa Diana de Gales; la princesa Beatriz de York y la princesa Eugenia de York, hijas del duque de York; Lady Luisa Windsor y Jabobo, vizconde Severn, hijos de los condes de Wessex; y Peter Phillips y Zara Tindall, hijos de la princesa Ana).
También han asistido la sobrina y el sobrino de la reina (David Armstrong-Jones, conde de Snowdon, y lady Sarah Chatto, hijos de la princesa margarita) y tres de sus primos (Ricardo, duque de Gloucester; Eduardo, duque de Kent y la princesa Alexandra).
Además, han acudido los parientes alemanes del príncipe Bernhard, el príncipe heredero de Baden; el príncipe Donato y el príncipe Felipe de Hohenlohe-Langenburg. La condesa Mountbatten de Birmania, amiga cercana del príncipe Felipe, también asistirá al servicio.
Algunos de los cónyuges de los hijos y nietos de la reina se han incluido en la lista de invitados (Camilla, duquesa de Cornualles y mujer del príncipe Carlos; Kate, duquesa de Cambridge y mujer del príncipe William; Edoardo Mapelli Mozzi, marido de la princesa Beatriz; Jack Brooksbank, marido de la princesa Eugenia; Sophie, condesa de Wessex, mujer del príncipe Eduardo; el vicealmirante Sir Timothy Laurence, segundo marido de la princesa Ana; Mike Tindall, marido de Zara Tindall; y Daniel Chatto, marido de Sarah Chatto). Pero Meghan, duquesa de Sussex y esposa del príncipe Harry, no ha asistido al funeral debido a su embarazo. No obstante, ha querido enviar una corona de flores cargada de simbolismo con una nota manuscrita.