Dramática situación en Turquía, que mientras lucha contra los devastadores incendios que no dan tregua en el sur del país, en el norte se producen lluvias torrenciales que han provocado tremendas riadas que han arrasado todo cuanto han encontrado en su camino.
En total, por el momento se cuentan seis muertos, pero los servicios de emergencia trabajan a destajo y continúan rescatando familias atrapadas por las fuertes inundaciones.
Más de 600 personas han tenido que ser evacuadas, algunas de ellas tras ser rescatadas de un escenario verdaderamente aterrador. En helicóptero, imágenes grabadas en la zona captaron el momento en que socorrían a una mujer con su pequeño en brazos. Del mismo modo, se han visto a niños y adultos atrapados en sus casas o refugiándose en el tejado, asustados en busca de un último recurso para evitar morir ahogados.
Por tierra, máquinas excavadoras han sido desplegadas intentando abrirse paso por las riadas, mientras por el agua se han visto lanchas que, participando en las tareas de rescate, daban luz en mitad de la madrugada.
Las riadas han arrastrado bloques enteros de viviendas. Carreteras y puentes han quedado anegados aislando algunas localidades, mientras le número de desaparecidos aumenta.
Más allá, lejos de mejorar la situación, además se espera que durante la tarde de este jueves caigan más de 100 litros por metro cuadrado; una situación dramática que contrasta con el otro desastre que dejan las llamas que asolan el sur del país y buena parte de la costa del Mediterráneo.