En el exterior destaca la crisis que vive el Reino Unido por el desabastecimiento que sufren las gasolineras. La falta de transportistas, trabajo ocupado fundamentalmente por extranjeros, está detrás del problema. Londres ha llegado a movilizar a militares y a flexibilizar las condiciones de los inmigrantes para entrar en el país con el objetivo de paliar un problema que amenaza con un estallido social.
Si pelearse por la gasolina era algo inimaginable en el Reino Unido, ahora escenas como esta se repiten a diario. Además, las colas para hacer acopio han subido los precios. Faltan 100.000 camioneros y el Brexit tiene mucho que ver. Muchos transportistas abandonaron el Reino Unido durante la pandemia y ahora no pueden volver porque no tienen visados.
De manera inmediata el Gobierno va a conceder 300 a camioneros de la Unión Europea, pero solo hasta finales de marzo. Otros 4.700, también temporales, serán para transportistas de alimentación porque faltan muchos productos en los supermercados y algunos medicamentos en las farmacias.
"No voy a volver al viejo modelo fallido de salarios bajos causado por la inmigración descontrolada", asegura el primer ministro, añadiendo que la gente votó en el referéndum por cambiar ese modelo. Su primera insinuación de una cierta relación entre el desabastecimiento y la salida de la Unión Europea.
Falta personal en la construcción, en la hostelería, en las granjas y el Ejecutivo insiste en priorizar la contratación de británicos, pero no parecen interesados en esos trabajos.