A medida que los casos de infectados por coronavirus aumentan en España, el miedo se abre camino por el posible desabastecimiento de productos sanitarios, mascarillas, geles desinfectantes o el papel higiénico.
Pero no está ocurriendo solo en nuestro país, curiosamente ese ansia por comprar no se expande en paralelo a la enfermedad. Algunos países con una incidencia menor del coronavirus dentro de sus fronteras se han desempeñado de una forma asimétrica en las compras compulsivas.
Varias cadenas de minoristas en Australia, Estados Unidos y Reino Unido han visto en la necesidad de limitar e imponer el racionamiento en la venta de algunos productos sanitarios por el dramático aumento de la demanda.
En Australia, este frenesí de comprar el papel higiénico en masa comenzó el fin de semana después de que surgieran nuevos casos de COVID-19 y se informara la primera muerte local: un hombre de 78 años en Perth. El miércoles, un hombre de 95 años que murió en Sydney también dio positivo por el virus.
A pesar de que las autoridades del país enfatizan que no hay escasez, dado que la mayoría de los rollos de la nación se hacen localmente, no parece convencer a los ciudadanos. Sin embargo, en Sydney, la ciudad más grande del país, los estantes de los supermercados se han despejado en minutos, lo que obligó a una cadena a imponer un límite de compra de cuatro paquetes.
Esto ha provocado numerosas disputas entre los clientes en los pasillos de las tiendas, en los que literalmente se han peleado por comprar los últimos rollos. Esto ha llegado hasta tal punto de que algunos de los establecimientos australianos han visto la necesidad de colocar un agente de seguridad en los pasillos para vigilar las posibles peleas entre clientes.
En las redes sociales, #toiletpapergate y #toiletpapercrisis fueron las principales tendencias el miércoles y durante toda la semana no han dejado de publicarse imágenes. Un trabajador de una tienda australiana aseguraba a CNN Business que cada vez que le llegaba una entrega de rollos de papel higiénico, ni siquiera tenía tiempo de desempaquetarlos antes de que los clientes se los quitasen de las manos.
Algunas de las plataformas de venta de productos de segunda mano ya ofertan los rollos por el módico precio de 400 dólares.
Pero este problema no es exclusivo de Australia: lugares más afectados por el virus, como Singapur, Japón y Hong Kong se encuentran en una situación similar.