Hace un mes la muerte de Caroline Crouch, una mujer británica de 20 años, conmocionó el Reino Unido por las truculentas circunstancias en las que había sucedido. Su marido dijo entonces que había sido torturada y estrangulada hasta la muerte por tres ladrones en un ático delante de su bebé de 11 meses en el ático de su casa en Atenas mientras él estaba atado en el piso de abajo. Pues bien, ahora el esposo, Babis Anagnostopoulos, de 33 años, ha confesado que todo había sido un elaborado complot y en realidad fue él quien la estranguló y la mató.
Anagnostopoulos, de profesión piloto, habría admitido haber estrangulado a su esposa en un ataque de ira después de que ella amenazara con divorciarse de él, mientras su hija, que no resultó herida en el incidente, estaba a solo unos metros de distancia. La confesión llegó tras un interrogatorio policial de seis horas. "No quería ir a prisión porque quería criar a mi hija", les dijo Anagnostopoulos a los agentes para justificar el complejo engaño que había perpetrado.
El hecho podría significar el final de una investigación de un mes sobre las circunstancias del asesinato de la Carolina Crouch, que dejó a la policía desconcertada debido a la falta de pruebas encontradas en el lugar. Anagnostopoulos le había dicho a la policía que le habían atado tres ladrones, mientras que un cuarto montaba guardia, quien apuntó con un arma a la cabeza de su hijo, estranguló a su esposa y luego se escapó con 10.000 libras en efectivo.
Pero un nuevo análisis de los datos de sus smartwatchs y los mensajes de texto entre la pareja casada llevó a los oficiales a volver a entrevistarlo. Apostolos Skrekas, un portavoz de la policía helénica, se negó a dar detalles sobre si Anagnostopoulos había actuado por su cuenta o había contratado cómplices cuando lo investigaron los reporteros locales.
La policía de Atenas recogió a Anagnostopoulos en helicóptero este jueves desde una isla cercana, justo después de asistir a un servicio conmemorativo para su esposa en la isla egea de Alonissos, donde ella creció, pero fue trasladado en barco a Skiathos, donde luego lo llevaron de regreso a la capital griega para ser interrogado.
Minutos antes de que llegaran los oficiales, el sospechoso fue fotografiado abrazando a la madre de Crouch, Susan Dela Cuesta, afuera de la capilla donde los dolientes depositaron flores en su tumba.
Caroline Crouch, estudiante de estadística en la Universidad del Pireo, se mudó a la isla de Alonissos cuando tenía ocho años. Allí conoció a su futuro esposo y la pareja se casó en julio de 2019 en Portugal. El mes pasado, Anagnostopoulos publicó un homenaje a su difunta esposa en su página personal de Instagram. Junto a una imagen de la pareja el día de su boda, escribió: “Juntos para siempre. Que tengas un buen viaje mi amor ".