Más de cuatrocientos euros de multa, seis meses en libertad condicional y un examen psiquiátrico. Ese es el precio que deberá pagar una mujer por toser sobre otra en plena pandemia por coronavirus.
Debra Hunter ha sido condenada a 30 días en presión por un juez de Jacksonville (Florida) después de que, durante un alternado en una tienda en el que estuvo involucrada, no se le ocurriera otra cosa que toser sobre otra clienta que, además, resultó padecer un tumor cerebral.
Junto al resto de las multas y la condena, Hunter tuvo también que sufragar los gastos de la prueba de coronavirus que hubo realizarle a la agredida. Según publica la cadena de noticias estadounidense NBC, el juzgado informó en un comunicado de que se procedería también a una evaluación psiquiátrica de la mujer para evaluar su capacidad para gestionar la ira.
El periodista de la Fox Russell Colburn se hacía eco en su cuenta de Twitter del instante en el que sucedieron los hechos durante el pasado mes de junio. En las imágenes, en las que aparece la agresora con la cara difuminada, se puede ver como una clienta la graba por no llevar mascarilla puesta.
Hunter esperaba en la cola para pagar por su compra cuando se dio cuenta de que otra mujer la estaba grabando con su teléfono móvil. Tras percatarse de lo sucedido, montó en cólera y decidió abandonar su puesto en la fila para dirigirse a la otra mujer para propinarle un tosido en la cara.
Según los investigadores, Heather Sprague, enferma de cáncer cerebral, comenzó a grabar la escena después de que Hunter mantuviera un acalorado debate con los empleados de la tienda. Tal y como muestra la secuencia, Hunter dedica un gesto obsceno a Sprague para acto seguido dirigirse a ella y toserla en la cara.
Las imágenes no tardaron en extenderse como la pólvora hasta acabar con Hunter detenida. Tras pasar unos días en prisión, ahora tiene que permanecer durante seis meses en libertad condicional y pagar una multa de 420 euros.
Pese a la agresión recibida por parte de Hunter, las pruebas de coronavirus que se practicaron tanto a Sprague como a su familia resultaron ser negativas.
Tal y como se ha podido saber más tarde, Hunter y su esposo atravesaban una época complicada en la que a las dificultades devenidas de la pandemia hubo que sumarle el incendio de su vivienda en la que perdieron todo lo que tenían.
Después de que su historia se hiciera viral, Hunter se lamenta de que sus actos aquel día estén afectando directamente a su familia. "Mis hijos están perdiendo amigos en el colegio y yo no puedo caminar por la calle sin agachar la cabeza".