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El aparcamiento de un centro comercial cerca de la carretera que lleva desde Orijiv a Zaporiyia es el primer sitio donde paran los civiles que proceden de zonas controladas por Rusia en la guerra de Ucrania. Entre ellos están los afortunados evacuados de la acería de Mariúpol, que relatan el horror vivido en los sótanos. “Convivíamos con gente con las piernas y manos destrozadas”.
Aunque hay 11 autobuses de evacuados de la acería de Mariúpol de los que nada se sabe, los primeros civiles ya han llegado a Zaporiyia. Si el viaje hasta allí ha sido un infierno, no hay palabras para transmitir el horror de los dos meses sobreviviendo bajo tierra, sin saber si iba a llegar el final.
"No hemos visto el sol en dos meses", comenta Vladimir, un joven de 14 años. Su padre es soldado en Azovstal, y lo dejó junto a su madre en uno de los sitios que él creía más seguros de la ciudad. Oksana, la madre, de 40 años, afirma en declaraciones al diario 20 Minutos, que "nunca esperamos que Rusia bombardeara la ciudad de una manera tan salvaje. No ha quedado ningún edificio intacto. No les ha dado pena ni las escuelas ni el hospital, tantos civiles…”, entre ellos su madre de la que no sabe nada. "¿Para qué necesitará Putin una ciudad destrozada por completo?", se pregunta.
"Necesito contarlo todo para que el mundo lo sepa y actúe", afirma la mujer que explica que al principio los soldados de Ucrania les llevaban comida y ahora casi no les queda. "No sé cómo van a sobrevivir".
Elia, de 54 años, cuenta que “nos han atacado con todo” y a cada explosión se movía todo el edificio. De las 56 personas con las que sobrevivía esta mujer en los sótanos de la acería de Mariúpol han evacuado a 11 personas, entre ellos niños y enfermos.
Elia explica que un día llegaron los soldados de Ucrania y les pidieron que les dejaran su escondite para los soldados más graves. Los menos graves se escondieron con los civiles. "Si los que vinieron con nosotros no eran los graves… no sé cómo estarán los demás. Las piernas y manos destrozadas, sin medicamentos...", dice.
Los evacuados de la acería de Mariúpol podían elegir si ir a la parte rusa o a la ucraniana. “Para mí, Rusia nunca fue una opción. Cuando vi por fin la bandera de Ucrania, me emocioné muchísimo", cuenta Elia.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha celebrado la evacuación de 156 civiles de la planta de Azovstal en la ciudad de Mariúpol a pesar de que Rusia "no respeta los acuerdos". "Por fin tenemos el resultado, el primer resultado de nuestra operación de evacuación de Azovstal en Mariúpol, que hemos estado organizando durante mucho tiempo. Hoy han llegado a Zaporiyia 156 personas, entre ellas mujeres y niños. Llevan más de dos meses en los refugios. Imagínense", ha subrayado el mandatario.
En este contexto, Zelenski ha agradecido a todos los que han hecho posible la evacuación de los civiles. "Logramos un alto el fuego durante casi tres días para que funcionara el corredor humanitario", ha recalcado.
No obstante, según el alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, hay 11 autobuses de civiles evacuados que no han llegado a su destino. Se les ha perdido el rastro. “Cuando anunciamos y la parte rusa accedió a la evacuación y acordamos que nos darían 90 autobuses, determinaron tres ubicaciones. Sin embargo, solo 14 autobuses llegaron a dos ubicaciones, y solo tres de ellos han logrado llegar a Ucrania”, ha afirmado el edil.
A pesar de todo, Volodímir Zelenski, según un comunicado de la Presidencia ucraniana, ha hecho hincapié en que las autoridades ucranianas seguirán "haciendo todo lo posible para sacar a toda nuestra gente de Mariúpol y Azovstal".