China sigue obsesionada con evitar que la variante ómicron dispare las infecciones en el país. La última medida es testar a toda la población de Tianjin, de quince millones de habitantes. Pekín quiere llegar a los Juegos Olímpicos de Invierno con los contagios en mínimos.
Precisamente en la villa olímpica ya hay un robot que permite servir la comida a los deportistas sin contacto con humanos. Todo vale contra el covid. En Anyang, China, más de 4.000 niños tuvieron que ser aislados en centros de cuarentena por un brote de covid-19. Videos en redes sociales muestran a los menores con trajes de seguridad caminando hacia los camiones para ser llevados a los sitios de aislamientos designados.
La gestión de la pandemia se ha convertido en un motivo de orgullo nacional y es usada como una herramienta de cohesión social por parte de la propaganda del Gobierno del partido comunista chino. A menos de un mes para la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, y con la llegada de la variante ómicron, se suceden los confinamientos masivos y repentinos de ciudades enteras. Todo eso, pese a que el país lleva 19 meses casi completamente cerrado. Los académicos chinos defienden la estricta estrategia de 'covid cero'. Aunque también es cierto que prácticamente no hay lugar para disidencias.