La violencia se instala en las calles de Chile. A pesar de la suspensión de la subida del precio del metro que desencadenó esta ola de indignación, las palabras del presidente Sebastián Piñera han caldeado más si cabe los ánimos. Al menos 12 personas han muerto en las protestas y esta noche, los manifestantes han vuelto a desafiar el toque de queda.
El Ejercito ha usado enormes cañones de agua para dispersar a los miles de manifestantes que desafiando a las autoridades en la calle exigiendo cambios en el modelo económico del Ejecutivo de Sebastián Piñera, que busca avanzar hacia un "acuerdo social", junto con el resto de los partidos, según ha explicado.
"Mañana me reuniré con presidentes de partidos tanto del Gobierno como de oposición para poder explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social que nos permita a todos acercarnos con rapidez, eficacia y responsabilidad hacia mejores soluciones a los problemas que aquejan a los chilenos y las oportunidades que merecen nuestro compatriotas", ha señalado el mandatario en una rueda de prensa.
El toque de queda ha reinado en Santiago de Chile, algo inédito desde los tiempos de la dictadura de Pinochet y que Piñera ha defendido en nombre de la democracia.
esta decisión se ha tomado porque "la democracia no solamente tiene el derecho, tiene la obligación de defenderse dentro del marco de la Constitución y la ley, de males como la violencia y la delincuencia y también la injusticia, los abusos y la corrupción".
El presidente chileno también ha condenado la "brutal violencia y destrucción que han desatado pequeños grupos de delincuentes con organización y con medios que lo planifican con particular alevosía y maldad". "La violencia no puede ni va a prevalecer en Chile", ha señalado.
"A veces he hablado duro contra esta violencia y delincuencia. Compréndanme compatriotas que lo hago porque me indigna ver el daño y el dolor que esta violencia y delincuencia provoca y porque es mi responsabilidad como presidente resguardar el orden público y asegurar el libre ejercicio de sus derechos", ha manifestado Piñera.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha denunciado la detención de 1.333 personas, entre ellas 181 menores. El ente ha informado que 88 personas han resultado heridas de bala, cinco de ellas en estado grave y una en riesgo vital, según ha recogido el diario 'La Tercera'.