El presidente centroderechista de Chile, Sebastián Piñera, ha anunciado el estado de emergencia en Santiago y sus alrededores, algo que no se veía en la capital chilena desde poco antes del final de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990.
La decisión de desplegar a las fuerzas armadas ha sido mal recibida por la sociedad, que recordemos vivió bajo una dictadura militar durante 17 años. Las manifestaciones comenzaron el siete de octubre debido a las subidas del precio de las tarifas del transporte público y se han extendido en medio de la frustración generalizada por el alto costo de la vida en una de las economías más desarrolladas de América Latina, pero donde las desigualdades siguen siendo enormes.