La campaña de vacunación contra el coronavirus en Israel no cesa y continúa asombrando a muchos al mantenerse a la cabeza en cuanto al número de dosis que se administran por cada 100 habitantes. El país continúa como líder indiscutible en la carrea por blindar e inmunizar a la población frente a la covid-19, que en todo el mundo ya supera las cifras de los 114,8 millones de contagiados y 2,5 millones de muertes desde el inicio de la pandemia.
Pese a no estar exento de defectos y debilidades, el modelo empleado por el país para vacunar a sus ciudadanos ha logrado ya que aproximadamente el 43% de la población, –de unos nueve millones de habitantes y una densidad de 392 habitantes por kilómetro cuadrado–, haya recibido en estos momentos al menos una dosis de la vacuna de Pfizer, compañía con la que Israel desde el primer momento se procuró un acuerdo crucial: recibir cantidades masivas de su vacuna a cambio de una importante suma de dinero e información sumamente detallada al respecto de los vacunados y los posibles efectos de las dosis sobre ellos a lo largo del tiempo.
Marcando récords, Israel administra 97,47 dosis únicas por cada 100 personas, muy lejos de los 62,37 de Emiratos Árabes Unidos, los 31,82 de Reino Unido, los 24,33 de Estados Unidos o los 8,68 de España, que se sitúa por otra parte por delante de países como Alemania (8,13) o Francia (7,41), según datos de Our World in Data.
La carrera por la vacunación no cesa, y por eso Israel no deja de atacar distintas estrategias para que su vertiginoso ascenso en la administración de dosis no decaiga, como parece que está haciendo poco a poco, el ritmo en el número de vacunados. A medida que el país avanza en su campaña, la curva de las dosis administradas se va suavizando y cada vez aumentan las probabilidades de encontrar a ciertos sectores de la población que, pese a todos los ensayos clínicos, todos los informes de eficacia y todas las evidencias que apuntan que las vacunas son cruciales para la lucha contra el SARS-CoV-2 y la covid-19, –apreciándose ya, de hecho, los primeros signos del impacto positivo–, aún hay quien se muestra reticente a ser vacunado.
Por eso, además se están adoptando estrategias insólitas para, precisamente, captar a estas personas y conseguir el objetivo de vacunar a tanta población como sea posible en el menor tiempo posible. Así, no es raro encontrar iniciativas como las del bar ‘Jenia’ de Tel Aviv, donde se ponen las vacunas ‘in situ’ y entre carteles en los que se puede leer de forma clara y concisa: “Cerveza y chupito gratis para los vacunados”; un reclamo que sin duda ha tentado a más de uno a pasarse por allí y recibir su correspondiente dosis antes de echar un trago.
Y es que, efectivamente, Israel vacuna incluso en los propios bares, siendo en este caso concreto una iniciativa en colaboración con el Hospital Ichilov y Maguen David Adom (Cruz Roja israelí).
Puede parecer estrambótico, pero la fórmula funciona, con más de 2.000 personas vacunadas en un fin de semana, que acuden al lugar para vacunarse en las furgonetas habilitadas que sitúan junto al establecimiento.
Según informa The Times of Israel, además, no solo se usa la bebida como reclamo y no es este el único establecimiento en seguir una iniciativa como esta, puesto que otros propietarios están ofreciendo desde pizzas, hummus o guisos hasta pasteles gratis para ayudar a incentivar la vacunación y persuadir tanto a jóvenes como no tan jóvenes.
Según relata el citado medio, además son muchos los que están encontrando ese incentivo en el denominado ‘pase verde’ que ofrece el Gobierno, gracias al cual los vacunados podrán acceder a gimnasios, hoteles y eventos culturales, entre otros, algo que de igual modo beneficia a los propietarios, deseosos de que cada vez haya más personas vacunadas que accedan a sus negocios.