El caso de Valérie Bacot ha movilizado a Francia, que pide la absolución de esta mujer que será juzgada por haber asesinado en 2016 a su violador, que también era su padrastro. Su "infierno cotidiano", como ella misma lo ha descrito comenzó cuando tenía 12 años y se prolongó durante 25. Este lunes comienza en Francia el juicio contra Valérie Bacot, que disparó contra el maltratador con el que se casó.
Valèrie Bacot se enfrenta a la petición de cadena perpetua. Es una caso extremo de violencia de género, porque sufrió al monstruo desde que era una niña y vivió con él 25 años. Hasta que le pegó un tiro.
Valeria se casó y tuvo hijos con el entonces novio de su madre, que ya abusaba de ella. Su madre la echó de casa por quedarse embarazada de Daniel Polette, al que mató después con la misma pistola que él usaba para amenazarla.
Su historia ha conmocionado al país galo y más de 429.000 personas han firmado ya una petición en Change.org reclamando su libertad. Incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, reclama su absolución. "Ella lo mató pero su propia experiencia fue una muerte mucho más destructiva, una muerte diaria y constante durante más de 20 años. Esta vida no puede terminar en la cárcel", aseguró el máximo representante nacional a a Le Figaro. La exministra de Derechos de la Mujer, Najat Vallaud Belkacem, también ha apoyado la causa, reclamando justicia para una mujer a la que "nadie ha protegido jamás".
El hombre que arruinó la vida de la joven fue Daniel Polette, novio de su madre. Y todo empezó cuando este se fue a vivir con la familia. Polette, tenía 25 años más y desde que llegó a la casa no dejó de abusar de la pequeña.
En 1995 fue condenado a cuatro años de prisión por agredirla sexualmente, pero cuando salió de la cárcel volvió a la casa de la familia y prosiguió con los abusos.
El drama no para ahí. Porque la historia es más dramática si cabe. A los 17 años, y fruto de estos abusos, Valérie se quedó embarazada y su madre la echó de casa. Entonces su agresor se fue a vivir con ella, se casaron y tuvieron cuatro hijos. Desde entonces, y durante casi dos décadas, él la obligó a prostituirse, al tiempo que en su propia casa era vejada, agredida y violada.
Fue en marzo de 2016 cuando ella le disparó en la cabeza con un arma que, según contó, su maltratador usaba para amenazarla. Asegura que tenía miedo de que también maltratase a sus hijos. Tenía entonces 36 años. Su marido, más de 60. Al hacerlo, entró en pánico y escondió el cuerpo en el bosque. En 2017 fue arrestada y durante un año permaneció en prisión preventiva. Ahora mismo se encuentra en libertad condicional y, en unos días, afronta el juicio que puede acabar en una condena a cadena perpetua, de prosperar la petición del Ministerio Público.
El 21 de junio, y aunque ella ha confesado el delito, sostiene que el homicidio se produjo en defensa propia. La Fiscalía pide para ella cadena perpetua, pero su caso ha provocado la indignación de gran parte de la población francesa que pide su absolución.
El caso recuerda al de Jacqueline Sauvage, una mujer francesa que asesinó a su marido tras 47 años de maltrato, a ella y a sus hijos, y que recibió el indulto del entonces presidente François Hollande en 2017, poniendo fin a su condena en prisión. El caso de Jacqueline Sauvage, de 68 años, se convirtió en una causa muy conocida en Francia. La mujer, casada con un alcohólico violento, fue violada y golpeaba. Sus cuatro hijos también sufrñian vejaciones.
El 10 de septiembre de 2012, un día después de que su hijo se ahorcara, Sauvage le disparó a su marido con un rifle y acabó con 47 años de maltratos y violencia. La mujer fue declarada culpable de asesinato y, en octubre de 2014, sentenciada a 10 años en prisión. En diciembre de 2015, el Estado rechazó su apelación en la que alegaba que el asesinato había sido en defensa propia. "Una situación humana excepcional". Así describió el presidente de Francia, Francois Hollande, el caso de Jacqueline Sauvage a la que le concedió el indulto.