En el día 12 de invasión en Ucrania y Rusia intensifica los ataques sobre las ciudades clave. Las bombas han caído sin tregua sobre los civiles en varias zonas residenciales muy cerca de Kiev. La capital está prácticamente sitiada. También Odesa y Jarkov, han sido duramente castigadas esta madrugada, y en Mariupol, Vladimir Putin ha torpedeado el segundo intento de establecer un corredor humanitario.
Rusia no da tregua a Ucrania. Ha sido una nueva noche de bombardeos indiscriminados por todo el país. Se han cebado en la ciudad de Járkov, donde varios proyectiles han impactado en un edificio que guarda un reactor nuclear.
Una vez más, Moscú rompe su alto el fuego en el corredor humanitario bombardeando las salidas de la población civil en las zonas sitiadas. Cada día que pasa, sus ataques dejan más civiles muertos.
Como es el caso de esta familia que intentaba huir de Irpin, a unos 25 km de la capital. Al lado del cuerpo del padre sigue intacta su maleta.
Una de las tácticas del ejército ruso se centra en asfixiar Kiev, destrozando todo a su avance. Como los pueblos a las afueras. Entre los escombros, las familias intentan recuperar alguna de sus pertenencias.
Una fuerte explosión ha hecho saltar las alarmas en Lugansk por su proximidad con un depósito de petróleo. Mientras, ocho misiles han destruido el aeropuerto de la región de Vinnytsia y han dañado varias infraestructuras críticas en Odesa uno de sus principales objetivos.
De madrugada, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha vuelto a condenar los ataques y ha lanzado una advertencia a las tropas rusas. No tendrán perdón y en cualquier momento llegará su juicio.