La startup Venus Aerospace pretende transformar la industria área tras la pandemia del covid-19 con el Mach 12, un avión hipersónico planeado para realizar vuelos comerciales de largas distancias en corto tiempo que, por ejemplo, permitiría viajar en una hora de Lima a Madrid.
El proyecto se ha realizado pensando en acortar las grandes distancias que existen para viajes que van desde un continente a otro y conseguir llegar a los destinos deseados de manera rápida y segura. Durante una entrevista para el portal Bloomberg, Sarah Duggleby, cofundadora de la empresa junto a su esposo Andrew, señaló que, en contra de lo que se podría pensar respecto a su precio, este nuevo proyecto está ideado para tener un público más amplio.
La propuesta tiene mucho sentido en el actual contexto en el que diferentes aerolíneas a nivel mundial han sufrido una caída considerable. Lo más lógico es que este futuro servicio esté al alcance de todo público y no para solo aquellos que portan grandes cantidades de dinero.
Según la información difundida por Bloomberg, la manera de viajar en un avión espacial es muy parecida a la de hacerlo en uno normal. “Después de alcanzar la altitud de crucero, el piloto golpea los cohetes propulsores y lanza el avión al borde del espacio a más de 9.000 mph, o aproximadamente 12 veces la velocidad del sonido. El avión viaja a esa velocidad durante unos 15 minutos, luego se desliza contra la atmósfera para reducir la velocidad, navegando de regreso a la Tierra para aterrizar en un aeropuerto convencional”, señala el medio.
Los Duggleby saben bien que en el pasado esta idea ya ha tenido fracasos notables, por lo que explicaron por qué esta vez, con su empresa Venus, las cosas serían diferentes. Para empezar, los fundadores explican que el Mach 12 tiene un motor más eficiente, lo que permitirá notar una mejora en el manejo del peso extra de las alas, el tren de aterrizaje y los motores a reacción que sirven tanto para el despegue como el aterrizaje.
Para respaldar esta afirmación, el exastronauta de la NASA, Jack Fischer, ha revisado los planes que tiene Venus y ha manifestado que la explosión inicial de aceleración “te arroja de nuevo en tu asiento”, pero que desaparece pronto debido a que “te pones en marcha tan rápido que ya ni siquiera lo sientes”.
Sin embargo, a pesar del entusiasmo de los Duggleby y la innovación, esta forma de viaje aún no es inminente, pues primero Venus tendrá que poner a prueba modelos a tres escalas, los cuales tienen simulaciones programadas para este año.
Aprovechando que obtuvieron una beca de investigación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, la pareja está buscando fondos adicionales por parte del Departamento de Defensa y son conscientes de que culminar su proyecto llevaría al menos una década o más.