Un soldado de Rusia habla con su mujer sobre matar niños ucranianos: "Les cortaría un dedo cada día"
Ucrania ha difundido un audio de un soldado ruso y su mujer: hablan de Mariúpol y de matar a niños ucranianos
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Ucrania ha difundido un audio que muestra la conversación entre Vladímir Kopytov, un militar de Rusia de 31 años, y su mujer, Yulia Kopytova, de 30, el día de la caída de la ciudad de Mariúpol, considerada la primera victoria del Kremlin desde que comenzó la guerra. La grabación se hizo desde la acería de Azovstal, donde numerosos soldados ucranianos fueron evacuados, tras "depositar las armas", y ahora son "prisioneros de guerra", según indicó el Ejecutivo ruso en la víspera.
Vladímir Kopytov, militar en Mariúpol: "Les disparé en la cabeza y los maté"
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Anton Gerashchenko, asesor del ministro del Interior de Ucrania, ha sido el encargado de difundir la conversación, que refleja el horror del conflicto bélico. "Había civiles y los tiré a una trinchera. Les disparé en la cabeza y los maté. Lloraron y me suplicaron, pero aún así les disparé", comienza el soldado ruso en el audio.
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Vladímir Kopytov se muestra incluso sorprendido con las operaciones del Kremlin. "Estoy totalmente asustado, me he convertido en un loco, ¿cómo vamos a vivir después de esto? Puedo matar a un hombre, dispararle en la cabeza", agrega en la grabación con su esposa.
La pareja habla de asesinar menores ucranianos: "También se convertirán en nazis"
La mujer, desde Rusia, le responde ante sus palabras: "¿Estás orgulloso de eso?". "No, me da igual. Voy a volver a casa sano y salvo", contesta entonces. La pareja, lejos de frenar, habla del asesinato de niños ucranianos, ya que cuando crezcan "también se convertirán en nazis".
Las palabras de Yulia Kopytova son escalofriantes: "Me gustaría drogarlos, mirarlos a los ojos y decirles: morid, sufrid. Les arrancaría sus genitales. Les cortaría un dedo cada día para que sintieran el dolor", señalan en la conversación. El aterrador audio se publica en un momento de tensión en la planta de Azovstal, donde quedarían unas 400 personas con los mínimos recursos de supervivencia.