La invasión rusa en Ucrania no solo se produce a través de las tropas terrestres. Las autoridades ucranianas denunciaron este miércoles un ataque cibernético masivo que colapsó las webs del Parlamento, del Gobierno y del Ministerio de Exteriores. Unos hechos ocurridos tan solo una semana después de que el Ministerio de Defensa y varios bancos sufrieran otro ataque que ralentizó sus sistemas.
El ministro de Transformación Digital de Ucrania, Mykhailo Fedorov, señaló que varios bancos también se vieron afectados por el ataque cibernético del miércoles. Las autoridades del país ya habían avisado y apuntan directamente a los servicios de inteligencia rusos. Este jueves se ha sabido que los funcionarios ucranianos están cambiando sus contraseñas para evitar incidentes.
El profesor en Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales de la Universidad Camilo José Cela, Rafael Calduch, asegura que estos ciberataques tienen el objetivo de "cegar" al enemigo. "Cualquier ataque que se haga desde el punto de vista bélico, además de los bombardeos, lo primero que se hace es intentar romper el sistema de comunicaciones de mando y control del enemigo, para paralizarlo e impedirle que tenga capacidad de respuesta", explica el experto.
"Eso es lo que ha hecho Rusia los dos últimos días con ataques cibernéticos constantes. La invasión rusa implica tropas terrestres, un ataque masivo con misiles, excepcionalmente bombardeos, para neutralizar los principales elementos de defensa inmediata, como aeropuertos o centros de comunicaciones, acompañados de ataques cibernéticos para facilitar la ocupación terrestre después", añade Calduch.
El experto descarta que con esto se pretenda conseguir información. "Más que conseguir datos la intención es romper el sistema de comunicaciones. De este modo, el enemigo se queda incomunicado y no puede transferir órdenes estratégicas sobre a dónde tienen que ir o cómo deben operar", destaca Calduch.
Dentro del mundo digital, el experto también habla sobre la guerra de propaganda. "El departamento de Agitpropde, de agitación y propaganda, ahora se hace cibernéticamente en un 50 o 60%", detalla Calduch, que ve muy improbable una tercera guerra mundial, como ha señalado el presidente de Ucrania.
"Lo que dijo es propaganda. Cuando se inicia una guerra, inmediatamente aparecen dos armas junto con el uso de la violencia de las fuerzas armadas, que son la información y la propaganda. Esas dos armas se utilizan igual que las armas de fuego. Obviamente vamos a asistir a una dinámica de propaganda y contrapropaganda constante", concluye el profesor.