Sin previo aviso, sin que sonaran las sirenas han comenzado los ataques rusos en Kiev. Dos misiles han centrado el corazón de la ciudad de Ucrania que vuelve a sufrir el bombardeo de Rusia con toda su crudeza.
Uno de los proyectiles impactó en la planta baja de un edificio alto de viviendas hiriendo a varios vecinos, mientras que el otro golpeó sobre el que parece ser el objetivo: una empresa que fabricaba precisamente misiles. El ataque ha durado unas dos horas, según informó la agencia Ukrinform.
Un ataque en el que han resultado heridos una decena de personas y que se producía durante la visita del secretario general de ONU a la capital, Antonio Guterres, que ha conocido de primera mano lo que el mismo calificó como "infierno de la guerra". Antes, Guterres pasaba por Bucha y Borodianka para ver con sus propios ojos los restos de la masacre. " me imagino a mi familia en esas casas , me imagino a mis nietas corriendo asustadas", decía el máximo responsable de la ONU.
Como consecuencia del bombardeo ruso, se desató un incendio en un edificio residencial de 25 plantas. El primer y el segundo piso han resultado parcialmente destruidos"; según datos preliminares, cinco personas fueron rescatadas y otras diez resultaron heridas, han publicado las autoridades ucranianas en Twitter.
El alcalde Kiev, Vitali Klitschko, ha denunciado este jueves nuevos ataques de Rusia sobre la capital ucraniana, coincidiendo con la visita del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien ha estado visitando la región antes de reunirse con el presidente, Volodimir Zelenski.
"¡Amigos! Por la noche, el enemigo ha disparado contra Kiev. Dos impactos en el distrito de Shevchenkivski. Todos los servicios están en sus puestos. Se está aclarando la información sobre las víctimas", ha escrito Klitschko en su cuenta de Telegram.