Ocurrió en febrero de 2021 en la ciudad de Oldham, junto a Manchester, en Reino Unido. Daniel Grant Smith asesinó brutalmente a su novia, Imogen Bohajczuk, asestándole varias puñaladas y después escribió sobre su cuerpo sin vida la frase "Fui yo" utilizando un pintaúñas rojo. Grant ha sido juzgado y condenado por el asesinato y se pasará, al menos, 17 años y medio en prisión, según informa el Manchester Evening.
El asesino, de 41 años, mantenía una relación con la víctima, Imogen Bohajczuk de 29 años, que según pudo escucharse en el proceso judicial celebrado en la Corte de Manchester, estuvo caracterizada por el abuso del alcohol y la violencia. El pasado 19 de febrero, tras una fuerte discusión, Grant golpeó a su novia y la atacó brutalmente con un cuchillo de cocina. Le asestó varias puñaladas mortales con una fuerza brutal y, al menos dos de ellas, consiguieron penetrar en los huesos.
Tras acabar con su vida, Grant arrastró el cuerpo de la joven hasta su dormitorio, lo colocó en la cama junto a un muñeco de peluche, puso un frasco de perfume en una de sus manos y escribió la frase: "He sido yo" en una de sus piernas, utilizando un pintaúñas rojo. Tras preparar esta macabra escena, el asesino sustrajo el móvil y la tarjeta bancaria de la víctima, realizando múltiples llamadas con el dispositivo y sacando todo el dinero de la cuenta bancaria de ella para gastarlo en alcohol las dos semanas posteriores.
No sería hasta dos semanas después, el día 5 de marzo, que se encontraría el cuerpo de la joven, gracias a la llamada de una asistente social a la policía preocupándose por el estado de Imogen, ya que no contestaba a sus llamadas. Cuando la policía entró en el domicilio encontraron la dantesca escena. "Imogen Bohayczuk había sido acostada en su cama y su cuerpo había sido arreglado como si fuera un espectáculo", narró en el tribunal un agente de policía, "Tenía los brazos cruzados y parecía agarrar un frasco de perfume. Tenía las piernas cruzadas a la altura del tobillo y, al examinarlo, se descubrió que su cuerpo había sido embadurnado con esmalte de uñas y con las palabras 'Fui yo'".
Un médico forense afirmó durante la vista que la víctima había estado "muerta durante algún tiempo" y que presentaba múltiples hematomas en la cara, la mandíbula, el cuero cabelludo y el cuello, lo que era compatible con un intento de estrangulamiento. También mostraba una serie de puñaladas, incluida una que seccionó su arteria carótida y otra que separó una costilla y le perforó el pulmón.
Cuando arrestaron a Daniel Grant, este se encontraba en posesión del teléfono móvil de la víctima y de su tarjeta de crédito, de la cual había hecho uso en 38 ocasiones dejándola en números rojos. Grant, que ya se había declarado culpable del asesinato en un vista anterior, acumulaba previamente 29 delitos, incluidos agresión, robo y secuestro. Ha sido condenado a pasar el resto de sus días en la cárcel, una condena que, al menos, se cumplirá a lo largo de los próximos 17 años y medio.