Paulo Paulino es uno de los guardianes del bosque amazónico y pertenece a la tribu Guajajara. A principios de noviembre Paulo salió a cazar junto a un grupo de indígenas en la reserva de Arariboia, en el estado de Maranhao, cuando sufrieron una emboscada. Un grupo de madereros lo asesinó a tiros e hirió a otro Guajajara que consiguió escapar.
Las invasiones de reservas por parte de madereros y mineros ilegales han aumentado, espoleados por el presidente ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, que prometió abrir las tierras indígenas protegidas para su explotación económica.
Según los indígenas, el Gobierno está desmantelando las agencias que les protegen a ellos y al medioambiente, lo que les obliga a defenderse por sí mismos.
Los Guajajaras son uno de los grupos indígenas más grandes de Brasil con unas 20.000 personas. En 2012 crearon los Guardianes del Bosque para patrullar esta vasta reserva, donde vive también una pequeña tribu, la Awa Guaja, en peligro de extinción; y que habita en lo más profundo del bosque y sin ningún contacto con el mundo exterior.
Paulino Guajajara, tenía veinte años. Deja huérfano a un hijo y viuda a su esposa. Ha sido asesinado por defender el pulmón del planeta.