Parar los incendios antes de que se produzcan: esa es la premisa desde la que han trabajado un grupo de científicos de la Universidad de Stanford, sabedores de que la prevención es el mecanismo más efectivo y económico para combatir los fuegos.
Con este propósito, los investigadores han logrado crear una sustancia similar a un gel que, al verterla sobre un terreno determinado, se adhiere con una resistencia tal que puede permanecer durante meses manteniendo sus propiedades incluso si está expuesto a condiciones meteorológicas severas.
Es eso lo que lo hace mucho más eficaz que los retardantes de fuego que se utilizan de forma convencional: la resistencia al agua y al mal tiempo.
“Tiene el potencial de hacer que los incendios forestales sea mucho más proactivos, en lugar de reactivos”, expresa uno de los autores del estudio, Eric Appel, en declaraciones recogidas por Independent, refiriéndose al hecho de que este material permitiría anticiparse al problema y actuar con mayor eficacia en el caso de que se produzca.
El objetivo, indican, sería emplear este fluido viscoso en áreas de riesgo para proteger la zona y las personas que viven alrededor.
Diseñado para degradarse sin dañar la tierra, el fluido, basado en la celulosa, “está creado con materiales biodegradables que no son tóxicos” y se utilizan ampliamente en la comida, los fármacos y productos agrícolas, según indican los creadores del mismo.
Además, entre sus características también se encuentra la posibilidad de que pueda ser extendido por cada zona tanto a través del equipo agrícola estándar como a través de medios aéreos, facilitando así una rápida intervención, ya sea como parte de un trabajo de prevención o uno de control y extinción cuando el fuego ya se ha producido.
Ahora, los científicos están realizando diversas pruebas junto al Departamento de Transporte y el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, uno de los estados de EEUU más castigados por los incendios cada verano. No en vano, los dos últimos años se han registrado ocho de los 20 incendios más destructivos, provocando gastos valorados en más de 3 billones de dólares, según informa el medio The Indipendent.
Más allá, la situación que tenemos por delante no lleva al optimismo. El cambio climático es ya un problema de nuestro tiempo y es ya cuando se deben acometer medidas para poner freno al calentamiento global. Los incendios se están disparando a lo largo del mundo, y los expertos advierten ante las catastróficas consecuencias a corto y medio plazo si no ponemos soluciones y cuidamos nuestro entorno.