En el sexto día de guerra de Rusia en Ucrania, el ejército de Vladimir Putin hace una muestra de fuerza. Ha desplegado un enorme convoy militar para intentar asaltar la capital. Son 64 kilómetros ininterrumpidos de tanques y de vehículos blindados que los rusos han enseñado desde el aire y que a su paso destruye todo lo que se encuentra. Durante la noche ha habido decenas de muertes.
El gran convoy de Rusia ya se encuentran a menos de 30 kilómetros de Kiev. Hasta ahora las tropas rusas han fracasado en su intento de hacerse con la ciudad, ante la feroz resistencia ucraniana. Aunque las autoridades informan de decenas de muertos durante la noche.
Otra noche más ha sido muy larga en Kiev, donde las alarmas antiaéreas no han dejado de sonar. Desesperados, los residentes corren en busca del refugio más cercano.
Cada vez más bombardeos rusos alcanzan la capital de Ucrania. Atacan sin tregua por aire y golpean puntos estratégicos en las afueras con misiles, como un hospital materno infantil que ha sido bombardeado.
Lo peor es la metralla, que como muestran las imágenes consigue partir coches en dos. Convierte así, las calles un escenario desolador, mientras los rusos, no cejan en su empeño de hacerse con la joya de la corona. Tras los combates los vehículos militares quedan carbonizados y las infraestructuras hechas añicos.
Las últimas imágenes captadas por satélite han mostrado un descomunal convoy militar se acerca a Kiev. En él van muchos de los militares de la guardia personal del presidente de la República rusa de Chechenia, conocidos por su brutalidad.
Su objetivo: intensificar el asedio a Kiev. En su avance hacia la ciudad han conseguido tomar otro importante aeropuerto y han reducido a cenizas las calles de Bucha, una pequeña ciudad al oeste del país.
Hasta ahora Rusia ha fracasado en su intento de tomar la capital. Por eso, cada día de resistencia en Kiev es una pequeña victoria para Ucrania.