El macrojuicio por la cadena de atentados del 13 de noviembre de 2015 en París arranca este miércoles en la capital francesa con 14 de los 20 acusados en el banquillo, entre ellos el único de los terroristas que permanece aún con vida, Salah Abdeslam y con el expresidente François Hollande citado a declarar como testigo.
La Administración de Justicia de Francia ha previsto una imponente sala de nueva construcción en las inmediaciones del Palacio de Justicia de París en el que tendrá lugar el considerado como el mayor juicio penal de Francia y en el que se intentará esclarecer los ocurrido aquel 13 de noviembre en el que tres comandos perfectamente organizados cometieron la peor masacre en la capital francesa. Ciento treinta muertos, 350 heridos y un trauma nacional que ahora se revive con los preparativos de un macrojuicio que va a ser histórico.
En el banquillo de los acusados estará Salah Abdeslam, el único terrorista superviviente de las células que masacraron París, lleva años atrincherado en el silencio. Durante todo este tiemo ha permanecido mudo sobre los atentados en la sala Bataclan. Ha decidido no hablar, no aportar ninguna clave del peor ataque terrorista sufrido en Francia desde la II Guerra Mundial.
Pero la Justicia sigue su curso. En un juicio histórico que le sienta a él y a otros 19 acusados frente a una investigación de más de un millón de folios, sus víctimas ya no esperan nada del hombre que, durante las semanas que estuvo huido, les quitó el sueño. Según la instrucción del caso, Abdeslam era el encargado de la logística.
Él fue el que alquiló coches y habitaciones de hotel a los terroristas procedentes de Bruselas. Tras el múltiple ataque, Abdeslam no se inmoló y escapó a Bélgica donde antes ya le habían ayudado otros terroristas como el "hombre del sombrero", Mohamed Abrini, el suicida de los atentados de Bruselas cuya bomba no explotó y que también se sentará a partir de este miércoles en el banquillo.