Según informa el diario Daily Mail, Laura Croix estaba en la sala Bataclan cuando los terrorista irrumpieron sembrando el terror y la muerte. La joven recibió seis disparos en el pecho y el abdomen, pero milagrosamente no murió.
Después de someterse a diez operaciones y pasar dos semanas en coma, Laura ha despertado y ha comenzado a hablar. Además de los disparos, la joven se fracturó un brazo y la cadera y ha perdido dos dedos.
El pasado 10 de diciembre Laura despertó del coma y ha comenzado a comunicarse con su familia. "Lo primero que quería saber era lo que pasó", dice su hermano Sébastien Croix a The Sunday Times, “tiene pesadillas horribles, sabe que mucha gente murió y está haciendo muchas preguntas.
Laura es cantante y su familia espera que pueda volver a subirse a un escenario algún día. Por el momento le queda un largo camino de recuperación que la mantendrá en el hospital durante varios meses.