Todo sucedió en un centro comercial ubicado en Royal Palm Beach, en Florida, estado de EEUU que va rumbo al medio millón de positivos por coronavirus con más de 402.000 casos confirmados y más de 5.600 muertes.
Fue aquí, en un Walmart, donde Vincent Bruce Scavetta protagonizó un lamentable episodio que terminó por ponerle entre rejas y que quedó registrado por las cámaras de seguridad, las cuales captaron el instante en que el joven de 28 años llegaba a sacar un arma en el establecimiento tras una disputa verbal con otro cliente al que amenazó con dispararle.
Concretamente, todo se produjo cuando Svavetta, que había entrado al centro comercial empujando la silla de ruedas en la que iba su padre, recibió la llamada de atención de otro hombre identificado como Cristopher Estrada, de 46 años, quien le pidió que se pusiera la mascarilla para prevenir el contagio por coronavirus, máxime en un espacio cerrado como ese, reprochándole su actitud.
Lejos de atender a razones en un momento sumamente grave y con la curva de contagio todavía disparada en el país con más casos del mundo, Scavetta, tras lanzar toda una retahíla de improperios, sacó una pistola y le apunto directamente a la cabeza amenazando con disparar ante la incredulidad y el miedo de los testigos allí presentes, entre los cuales se encontraba además la propia hija de Estrada. “Te mataré”, llegó a decir, según recoge el medio New York Post.
Después del suceso, Scavetta se marchó con su padre del centro comercial, pero tras el visionado y la publicación de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, las autoridades, que rápidamente iniciaron una investigación, acometieron su arresto.
“Bienvenido a la cárcel, hijo. Dejemos que esto sea una lección. Podía haber acabado mal”, han sido las palabras de la Policía del Condado de Palm Beach en las redes sociales, donde han confirmado lo sucedido.
En un intento por defenderse de una conducta a todas luces injustificada, Scavetta aseguró a las autoridades que se quitó la mascarilla al entrar al establecimiento porque se mojó en el exterior debido a una tormenta. Además, en un primer momento llegó a acusar a Cristopher Estrada, de 46 años, de haberle golpeado previamente con un paraguas, algo sobre lo que dijo posteriormente no estar seguro debido al estrés y la tensión del momento…
Estrada, por su parte, dijo a los agentes que efectivamente alzó un paraguas contra él durante la amenaza del arrestado, pero no confirmó que le hubiese podido golpear al hacerlo.
Así las cosas, Scavetta pasó por el calabozo, del que ha salido solo tras pagar una fianza de 15.000 dólares, es decir, poco más de 12.860 euros.