Francia permanece conmocionada tras constatarse la muerte de Philippe Monguillot, el conductor de autobús de 58 años que, intentando que se mantuviese el cumplimiento de las normas sanitarias frente al coronavirus y buscando la protección de todos los viajeros, se negó a que subieran a su vehículo un grupo de jóvenes que no llevaban la mascarilla y además no tenían billete.
Como consecuencia, en lugar de entrar en razón y adoptar medidas de prevención frente al contagio, los jóvenes respondieron con una brutal agresión al conductor, al cual dejaron en muerte cerebral.
Tras los hechos, que sucedieron el pasado domingo en Bayona, cinco individuos fueron detenidos, al tiempo en que Phillipe luchaba por su vida en un hospital donde ingresó en situación de muerte cerebral debido a la gravedad de los golpes que le dieron cuando trató de impedirles el paso al autobús.
Sin embargo, la violencia con la que se emplearon fue tal que hoy, 10 de julio, se ha constatado su fallecimiento, tal como informa el medio francés Le Parisien.
Tras la brutal agresión a Philippe, padre de tres hijos, sus comFpañeros convocaron una protesta, al tiempo en que este lunes tuvo lugar una reunión entre el alcalde de Anglet y presidente del sindicato de movilidad del País Vasco francés Adour, Claude Olive, el alcalde de Bayona, Jean-René Etchegaray, la dirección de Chronoplus y los tres principales sindicatos.
El alcalde de Bayona calificó entonces la agresión como un “acto de barbarie”, al tiempo en que todos se comprometieron a adoptar medidas rápidas para proteger al sector y evitar tragedias como esta.