Venecia es una de las ciudades más conocidas del mundo. Su encanto se cimienta en 118 pequeñas islas separadas y “la ciudad de los canales” atrae gente de todo el planeta. Las variaciones del nivel del mar, un fenómeno local y influenciado ahora también por el cambio climático, genera algunas veces al año una situación particularmente húmeda y aparatosa. Esta es la sexta vez en menos de un mes que hay previsiones del fenómeno del acqua alta en Venecia y que la subida del nivel del mar puede modificar la vida cotidiana de la ciudad italiana.
Turistas y locales modifican sus hábitos y viven pendientes de la previsión que determina los centímetros de subida que pueden darse en este enclave único. Cuando esto ocurre, algunas partes de la ciudad son solo accesibles gracias a unas pasarelas especialmente construidas para ello, además suenan las sirenas que alertan del fenómeno y que permiten informar a vecinos y turistas de las condiciones de la ciudad.
El mes de diciembre se abre así con este fenómeno tan característico, desde los primeros días del mes las previsiones ya establecían una marea de “código naranja” con picos más elevados en los próximos días con 120 cm sobre el nivel del mar. En Venecia ciudad esta subida de la marea influiría con un máximo que puede variar de los 70 a los o 90 centímetros de agua. Los meteorólogos avanzan que el fenómeno puede alargarse en este caso hasta el 10 de diciembre. Los meses de octubre, noviembre y abril son especialmente lluviosos en Italia.
El meteorólogo y divulgador ambiental Luca Lombroso explica que este fenómeno no es extraordinario para Venecia, se ha convertido, por sus condiciones, en una cosa, aunque no frecuente, ya conocida. Explica, además, que influyen tres factores muy importantes: la previsión meteorológica; el nivel del mar, estrechamente relacionado con los efectos del cambio climático, y la vulnerabilidad del territorio. Venecia, como concreta Bernardo Gozzini, director del Cnr-Lamma (Laboratorio de seguimiento y modelo ambiental) es única en el mundo en su construcción y eso determina mucho su presente y su futuro.
Explica Gozzini que la previsión meteorológica que propicia este fenómeno tiene mucho que ver, obviamente, con la lluvia, y también con el viento. “Cuando se produce el siroco, junto a otros elementos, se incrementa el riesgo de que la marea sobrepase el nivel de la ciudad”, añade. Cuando esto ocurre, se ha desarrollado un sistema de diques, llamado MOSE, que propone una solución de barreras para que el efecto del agua sobrepasada sea inferior. Costó 17 años de escándalos judiciales y lentitudes burocráticas. “Dependiendo de la alerta se decide si el sistema debe alzar las barreras y para defender Venecia. Se establece el riesgo, por ejemplo, de que llegue a la Piazza de San Marco y a la Basílica y que pueda provocar algún daño”, añade.
Fue utilizado por primera vez en octubre de 2020. Cuando se produjo el último gran fenómeno de acqua alta no estaba aún en funcionamiento. En noviembre de 2019 se llegó al nivel de 187 cm y durante cuatro días seguidos se superaron los 140 cm, el nivel que establece Venecia como “extraordinario”. En aquel momento, precisamente como explicaban los expertos, se produjeron rachas de viento de hasta 100 km/h que favorecieron la intensidad del fenómeno.