La alarma por el coronavirus que mantiene en vilo a China salta también en Reino Unido, donde catorce personas, presuntamente portadoras del virus, han sido detectadas. Todas ellas van a ser sometidas a análisis para determinar con exactitud su situación y confirmar si realmente se trata de ese virus.
Mientras tanto, las autoridades no quieren alarmar a la gente, y recalcan que el riesgo sigue siendo bajo, aunque no descartan que se confirme algún caso, y de hecho, varios hospitales se han habilitado ya para aceptar a posibles pacientes.
Por ahora, la OMS ha descartado que la propagación del coronavirus motive la declaración de la alerta internacional. “Es una emergencia en China, pero aún no se ha convertido en una emergencia sanitaria mundial”, subraya la organización. No obstante, y ante su rápido avance en el país asiático, advierten que “la comunidad global debe estar preparada”.
Por su parte, en China ya se han puesto cinco ciudades de la provincia de Hubei en cuarentena, dejando a más de 33 millones de personas encerradas para impedir que el virus se exporte.
Los posibles enfermos llenan los hospitales y los positivos son aislados inmediatamente; en camillas o en cámaras de aislamiento. China intenta contener el coronavirus, por eso se desifectan las estaciones después de que hayan salido y llegado los últimos. Se fabrican toallitas desinfectantes y mascarillas a destajo. La OMS permanece pendiente a ver cómo evoluciona la crisis.