Aunque lo parezca, la imagen que les mostramos no es una imagen de archivo. Se trata de una celebración multitudinaria en plena pandemia sanitaria y con varios rebrotes por el mundo que vuelven a hacer temer lo peor.
Sin mascarillas, sin distancias de seguridad y sin ninguna medida de prevención, celebraron anoche en la calle los hinchas del Nápoles la consecución de la Copa Italia por parte de su equipo.
Como si el coronavirus no existiese. Parece que muchos ya se han olvidado que Italia, con casi 34.500 fallecidos y más de 237.000 contagiados por coronavirus, fue el primer país europeo que sufrió las devastadoras consecuencias de la pandemia. De hecho, Nápoles fue hace solo unos meses epicentro del coronavirus en Europa.
El Nápoles levantó este miércoles su sexta Copa de Italia después de imponerse en la tanda de penaltis (4-2), desenlace en el que también fue mejor el cuadro de Gattuso, ya que mereció antes el título que impidieron las paradas de Buffon durante los 90 minutos.
El conjunto napolitano, en crisis a finales de 2019, con los jugadores en rebeldía, concentraciones obligatorias de su presidente y finalmente el despido de Ancelotti, celebró un título que no levantaba desde 2014 ante una Juventus irreconcible.
El título copero, que marcó el regreso del fútbol en Italia tras el coronavirus la semana pasada, terminó en las vitrinas del Nápoles con justicia. Cristiano Ronaldo tuvo la primera en el inicio, pero después desapareció. Al luso no le está sentando bien el fútbol a puerta cerrada, pero nadie brilló en los de Turín.
El Nápoles fue un muro en el Olímpico de Roma e Insigne mandó un balón al palo en una falta directa. El ariete se encontró con Buffon al igual que Demme antes del descanso, siendo el meta italiano de 42 años el mejor de su equipo. En la segunda parte no hubo reacción de una Juventus sin ninguna llegada con peligro.
Politano y Milik tuvieron otras dos para los de Gattuso y en el descuento, un milagro entre el palo y Buffon impidió el gol napolitano. Pese a perdonar, la tanda también fue del Nápoles, ya que Dybala y Danilo fallaron los dos primeros lanzamientos de la Juventus. Milik selló el título de un Nápoles renacido.