Quedan 7 segundos para el final del tercer asalto. Una patada en el peto se acaba de interponer entre ella y el oro olímpico en los Juegos de Tokio 2020 pero la española Adriana Cerezo (2003, Alcalá de Henares) no va a darse por vencida.
De un empujón se quita de encima a su oponente, la tailandesa Panipak Wongpattanakit. Antes de que pase un segundo intenta asestarle una patada en la cabeza. Pocas décimas después lo intenta con el puño y, a la desesperada, justo antes de que acabe el combate, trata de llegar a la máxima puntuación con una patada con giro que se ve interrumpida por la bocina que indica el final.
Los últimos instantes de la final olímpica de taekwondo en la categoría de >49kg definen a la perfección el carácter de esta madrileña de tan sólo 17 años: esfuerzo, perseverancia y profesionalidad. Adriana Cerezo ha sorprendido al mundo del taekwondo tras colgarse una medalla de plata que, tal y como dice el Comité Olímpico Español, es la más precoz de todos los tiempos en este arte marcial.
Su pasión por el taekwondo nace de las películas de Jackie Chan y Bruce Lee que veía con su abuelo con quien, unos años más tarde, comenzó a entrenar. En el año en el que se ha colgado su primera medalla olímpica, Cerezo ha tenido también que enfrentarse a la selectividad, una prueba en la que ha obtenido un 13 sobre 14. Pese a su carrera como deportista profesional, Adriana quiere ir a la universidad donde estudiará bioquímica o biología sanitaria.
A lo largo de la competición, Adriana fue derrotando una tras una a todas sus rivales. La primera en caer fue la serbia Tijana Bogdanovic, 'número dos' del mundo y plata en Río 2016. La china Wu Jingyu, doble campeona olímpica en Pekín 2008 y Londres 2012, no corrió mejor suerte y calló en una derrota aplastante frente a una Adriana que ya estaba en semifinales. El triunfo frente a la turca Ruyike Yildrim, le llevaba a la final. Adriana tenía la medalla asegurada.
Desde España toda su familia se había reunido para seguir la competición. "Esa es su cara de felicidad, de estar relajada y de ser ella misma. No teníamos casi dudas, ha sido tremendísimo" -decía su madre después de la clasificación de su hija para la gran final. Con toda una carrera por delante, muchos coinciden en señalar que Adriana es el futuro del taekwondo español y que, tras la plata en Tokio, vendrán muchos más éxitos y alegrías.