Sam Collings, de 19 años, ha muerto por una alergia que no sabía que tenía después de una comida con su familia en un restaurante chino en el condado de Lancashire (Reino Unido). El joven se había quejado ocasionalmente de una picazón en la garganta cuando comía langostinos o huevos, pero su alergia grave a los mariscos nunca fue diagnosticada.
El aspirante a pintor y decorador sufrió un ataque cardíaco fatal a pesar del tratamiento de emergencia. Sam sufrió un fallo orgánico catastrófico y murió a la mañana siguiente, sólo dos semanas antes de cumplir 20 años, según informa Mirror.
Collings no sabía que era alérgico al marisco cuando ordenó el plato de pescado en el restaurante. Los problemas no aparecieron de inmediato. Tardó más de una hora hasta que se quejó de la dificultad para respirar. Su condición empeoró rápidamente y cuando los servicios de Emergencias llegaron se dieron cuenta de que había sufrido un ataque cardíaco provocado por un shock anafiláctico. Una investigación en el Tribunal Forense de Lancashire afirmó que la familia de Sam nunca sospechó que sufriera de alergias graves.
Según la autopsia, el ataque cardíaco hizo que Sam sufriera una catastrófica insuficiencia de múltiples órganos, que finalmente lo llevó a la muerte. Tras examinar las pruebas escritas de los médicos que trataron a Sam, se llegó a la conclusión de que su muerte fue el resultado de un accidente.