Abdú, el joven senegalés que abrazó a Luna mientras reanimaban a su hermano: "Jamás lo olvidaré"

  • Abdú tiene 27 años y es de Senegal de donde salió hace cinco junto a su hermano

  • Abdú logró alcanzar la playa ceutí del Tarajal pero su hermano tuvo que ser atendido

  • Mientras los sanitarios trataban de rescatarlo, Luna le consoló con un abrazo

Abdú tiene 27 años y es el joven desesperado que encontró consuelo en los brazos de Luna, la cooperante que le consoló mientras los sanitarios salvaban la vida a su hermano. Hace cinco que salieron salieron de Senegal para buscarse la vida en Europa. La pasada semana estuvo a punto de alcanzar su sueño al pisar la playa del Tarajal en Ceuta, pero no lo logró. La corresponsal de RTVE en Marruecos, Ana Jiménez lo ha encontrado y hablado con él para conocer su historia.

Abdú trabajaba como albañil en Senegal. Su sueldo y el de su hermano no daba para ayudar a su familia, especialmente a su abuela, por eso decidieron emprender la aventura de su vida e intentar llegar a Europa para encontrar trabajo y un futuro mejor.

Hace cinco años que salieron de su país y la pasada semana les llegó la oportunidad de dar el salto a territorio comunitario a través de la valla fronteriza de Ceuta. Pero algo fue mal. Se lanzaron al mar y después de 20 minutos nadando, su hermano empezó a perder sus fuerzas.

Los equipos de recaten atendieron a su hermano sobre la arena del Tarajal intentando salvarle la vida mientras él, desconsolado, lloraba de impotencia y frustración sentado en una roca y fue en ese momento cuando se produjo la escena que ha dado la vuelta al mundo, su abrazo con Luna, la cooperante voluntaria de Cruz Roja de 20 años que no dudó en estar con él cuando más lo necesitaba, algo que le ha costado una campaña de acoso e insultos racistas a través de las redes sociales.

Abdú no sabe nada de su hermano tras ser devuelto en caliente a través de la valla de Ceuta. La cadena SER contó que nadie le preguntó ni su nombre ni su edad, simplemente le hicieron regresar a Marruecos.

Ahora malvive en una habitación compartida en Marruecos a la espera de intentarlo de nuevo. Allí le encontró la corresponsal de la televisión pública española dónde logró que Luna y él volvieran a verse a través de la tecnología en un encuentro que estuvo más lleno de emociones desbordadas que de palabra.

Abdú no entiende los insultos que la cooperante de Cruz Roja ha recibido por ayudarle: "Ella solo hizo su trabajo. Me consoló, me reconfortó. Fue un gesto humano".

Mientras espera, Abdú sigue queriendo cumplir sus sueños, entre ellos uno que pasa por ver jugar a su equipo, el Barcelona.