La fiscalía de Brasil informó de que la policía desmanteló una red de cazadores que se dedicaba a la caza ilegal de jaguares y otras especies en peligro de extinción de la selva amazónica, según informa La República. La red de cazadores, formada por siete hombres y que venía funcionando desde al menos treinta años, fue desarticulada en el estado de Acre, fronterizo con Perú, tras tres meses de escuchas telefónicas y rastreos.
La red se dedicaba a la venta clandestina de pieles, ejemplares de jaguares o venados, entre otros. Entre ellos destaca la figura de Temístocles Barbosa Freire, que en su haber se calculan más de mil jaguares abatidos desde que comenzara esta deleznable actividad en 1987. El círculo del acusado se enfrenta a penas que van desde multas económicas hasta el ingreso en prisión.
Según la investigación, el grupo de cazadores organizó el último trimestre alrededor de 11 salidas en las que mataron a ocho jaguares, entre otros animales. Además, se comprobó que para atraer a los felinos utilizaban perros como cebo.
El jaguar ha sido catalogado como especie en peligro de extinción en distintos biomas del país carioca como la Caatinga y la Mata Atlántica debido a ser el felino de mayor tamaño en América.
“Entre los integrantes del grupo de cazadores hay un médico, un agricultor, un agente penitenciario y un electricista, entre otros. Los acusados pueden ser condenados a prisión y a una multa económica dependiendo de la participación en los crímenes”, informó la fiscalía de Brasil.
Alrededor de 40 mil jaguares habitan en la Amazonía de un total de 55 mil jaguares que cohabitan en Brasil, según el Instituto Chico Mendes de Conservación y Biodiversidad (ICMBio), entidad adscrita al Ministerio del Medio Ambiente de Brasil.