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Santorini sigue temblando. La isla griega, que en los últimos días ha sido escenario de un auténtico éxodo por temor a un gran terremoto, permanece envuelta en un enjambre símico que no deja de disparar la alarma y la preocupación.
La llamada zona de las islas Cícladas sufrió el domingo dos terremotos de magnitud 4,7 y 5 en la escala de Richter y cuenta ya por miles los sufridos en estas últimas semanas, si bien la gran mayoría de ellos no superan el nivel 4.
A ellos se suman otros dos seísmos de magnitud 4,1 y 4,2 registrados en la mañana de este lunes con una diferencia de apenas un cuarto de hora entre ambos.
Desde el terreno para Informativos Telecinco, Marcos Méndez explica en vídeo que la isla está casi completamente vacía, con los comercios cerrados y las calles sin turistas, que han dado paso a científicos, servicios de emergencia y periodistas desplegados en la zona.
“La gente, los poco que quedan aquí, nos dice que están preocupados, pero pendientes minuto a minuto de los científicos que están monitoreando la situación”, explica Méndez.
La sucesión de terremotos llevó a declarar la semana pasada la zona en estado de emergencia, aunque las autoridades siguen manteniendo las mismas medidas y apelando a una calma difícil de mantener para quienes aún no han abandonado la isla.
En este escenario, las clases se mantienen suspendidas y el estado de emergencia está en vigor hasta principios de marzo.
En declaraciones a los medios durante una visita a la zona el pasado viernes, el primer ministro Kyriakos Mitsotakis apuntó que tomarían las medidas que fuesen considerando oportunas.
Entre tanto, más de un tercio de la población de Santorini ya se ha marchado del icónico enclave griego ante el temor de que la situación siga empeorando.
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