Palisades, el corazón de la tragedia en Los Ángeles, está devastado por las llamas. Durante 10 kilómetros bordeando el Pacífico, solo queda un paisaje desolador. Las llamas lo han reducido todo a cenizas y escombros. Miremos donde miremos, la imagen se repite. Aquí el fuego ha arrasado con el 70%. Más de 5.000 edificios y viviendas han desaparecido.

En medio de la devastación encontramos a Mario, que decidió quedarse y tratar de ayudar: "Fue un infierno la verdad, inclusive al ver todo rodeado de fuego, no sabe uno que hacer. Bolas de llamas volando en el aire y cayendo arriba de la montaña. Pudimos salvar esta plaza y otras varias alrededor".

Miles de efectivos siguen trabajando sin descanso para sofocar las llamas que siguen devorando a Los Ángeles. Cuatro días después ya son más de 14.000 hectáreas arrasadas, 11 fallecidos y 12.000 casas destruidas.

Más de 180.000 personas han tenido que ser evacuadas, entre ellos el actor Harrison Ford, que escoltado por la policía, abandonaba su vivienda valorada en más de 12 millones de dólares. Mientras tanto, las autoridades han decretado el toque de queda y la Guardia Nacional patrulla para evitar saqueos por los que ya hay 22 detenidos.

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