Al Asad disfruta de su vida de lujos en Moscú, mientras en Siria se descubren sus horrores: las fosas comunes llenas de cuerpos sin identificar. Ahora algunos de los que fueron obligados a lanzar los cadáveres hablan de "enterrar de 30 a 40" personas en un día. Una información del periodista Marcos Méndez.

Cada día, desde la caída de Al Asad, en Siria, se conocen las atrocidades cometidas por el régimen. En las cárceles las torturas y ejecuciones eran permanentes y ahora se están descubriendo fosas comunes repletas de cadáveres, donde ocultaban los cuerpos de sus enemigos. En este campo se han sacado apenas una decena de cadáveres, por falta de recursos, pero en total se cree que podrían llegar a 100.000 muertos anónimos.

Sin identificar metían los cuerpos "en sacos de harina" y los enterraban aquí. Así se lo han contado al periodista de Informativos Telecinco. Eran obligados por los militares que los traían a este lugar, tan extenso como un campo de fútbol.

Son miles de personas enterradas aquí, muchas encarceladas y desaparecidas. Las organizaciones creen que entre las víctimas enterradas en esta gigantesca fosa común no solo hay sirios, sino también estadounidenses, británicos y otros ciudadanos extranjeros.

La zona, donde se ha encontrado la fosa común es en Al Qutayfah, a 40 kilómetros al norte de Damasco y se cree que es  una de las cinco fosas comunes del régimen, identificadas por organizaciones de Derechos humanos en Siria.

La organización Human Rights Watch (HRW) ha reclamado al nuevo Gobierno de Siria a asegurar y preservar las pruebas físicas de los graves crímenes cometidos por miembros del régimen de Bashar Al Assad, tras encontrarse miles de cadáveres en varias fosas comunes, pero calculan que solo en esta hay 100.000 cuerpos.

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