En 2024, Joe Biden, que asumió la presidencia de Estados Unidos a los 78 años, empezó la carrera hacia la reelección como el presidente de mayor edad en la historia de los Estados Unidos. Sin embargo tuvo que retirarse antes de tiempo ante las críticas, cediendo el testigo a su segunda, Kamala Harris. Si hubiera logrado un segundo mandato, Biden habría empezado éste con 82 años y tendría 86 al finalizarlo, lo que habría sido todo un hito en la política estadounidense. Sin embargo finalmente no será así, aunque esto no quita que siga en los libros de historia como el presidente de Estados Unidos más longevo hasta la fecha.
Biden y su equipo han utilizado su longevidad como un símbolo de experiencia y resistencia en la política. Su trayectoria incluye casi 50 años de servicio público, desde sus inicios en el Senado a los 29 años hasta su rol como vicepresidente bajo la administración de Obama. Este amplio historial, le ha permitido tener una perspectiva profunda y un compromiso demostrado con los valores estadounidenses por excelencia, especialmente en temas de justicia social, derechos de salud y política exterior.
Su equipo destaca que Biden ha navegado crisis internacionales, desde la Guerra Fría hasta las tensiones contemporáneas con Rusia y China. Argumentan que su familiaridad con estas cuestiones y su red global de relaciones diplomáticas lo han hecho excepcionalmente apto para manejar la inestabilidad mundial y fortalecer el liderazgo estadounidense en el escenario global. Biden ha enfatizado su intención de proteger la democracia y la seguridad de Estados Unidos, áreas que considera prioritarias y que, según él, requieren un liderazgo experimentado.
El todavía presidente ha sufrido en los últimos tiempos varios incidentes públicos, como tropiezos y lapsus verbales, que han llevado a algunos sectores a cuestionar su capacidad física y mental para ejercer el cargo. No obstante, una encuesta de NBC realizada en abril de 2024, el 70% de los encuestados consideraba que Biden era demasiado mayor para liderar un segundo mandato, y cerca del 48% señaló su edad como una razón importante para evitar su reelección.
Las críticas no solo provienen del Partido Republicano; incluso dentro del Partido Demócrata existen voces que pedían el cambio generacional. Figuras como Alexandria Ocasio-Cortez y Ro Khanna han manifestado públicamente que el partido necesita conectar mejor con los votantes jóvenes y tener líderes que reflejen esa realidad.
Antes de que Joe Biden se convirtiera en el presidente de mayor edad al asumir el cargo, otros presidentes también destacaron por su longevidad al momento de ocupar la Casa Blanca.