Los coacusados del caso Mazan, que investiga las violaciones sufridas por Gisèle Pélicot, se aferran a la falta de intencionalidad en su defensa. Admiten que cometieron las violaciones, pero aseguran que no fue de forma intencionada y que no sabían que la mujer estaba drogada y dormida.
"En la emoción del momento no vi que estaba dormida", ha dicho este jueves Fabien S., de 39 años, quien reconoce la agresión sexual, pero que no era conocedor de que la víctima no consentía.
Tal y como adelanta 'France Info', Fabien S. no ha sido el único en dar explicaciones ante el juez Roger Arata. Algunos de los procesados, que se enfrentan a 20 años de prisión, han prestado declaración durante estos días ante el juez.
El relato de Fabien S. se asemeja al de la mayoría de procesados que ya han declarado. No sabía que la mujer desconocía lo que estaba ocurriendo. "Reconozco los hechos, pero no fui allí para violarla", ha insistido, asegurando que la situación no le permitió ver que la mujer estaba dormida.
Otro de los acusados que declaró este miércoles, Husamettin D., relató cómo había sido el proceso para acudir finalmente a la casa del matrimonio Pélicot. "Me habló de un árabe que iba a menudo a su casa, me dijo que eran una pareja liberal y que quería sustituir a ese hombre por otro", explicó el procesado. "Me contó sus fantasías y que su esposa era tímida y sumisa. Me dijo que iba a fingir que estaba dormida", agregó.
Frente a estas declaraciones, cabe recordar que el propio Dominique Pélicot, el esposo de la víctima que la drogaba y quien se ponía en contacto con los acusados para cometer las violaciones, acusó a todos ellos de ser conocedores de todos los detalles de cada violación.
Fabien S. ha relatado también que los hechos se produjeron encima de la mesa del salón. Pélicot habría drogado a su esposa mientras cenaban para que se durmiera directamente allí.
Después le cambiaba la ropa y llamaría a Fabien S. Después de la violación la lavó, le puso el pijama y la trasladó hasta la cama. De las cientos de agresiones sexuales que sufrió la mujer, además de secuelas psíquicas, quedaron tres enfermedades de transmisión sexual.
Pélicot impedía a los hombres que se pusieran preservativo, sin saber si padecían alguna enfermedad como el VIH.
Por otro lado, 'France Info' ha informado también que el juez Roger Arata ha tomado al decisión de que los vídeos y fotos de las agresiones solo se proyecten en presencia de los procesados y los letrados de las partes, previa evacuación del público y de los periodistas presentas en la sala.
Esta decisión ha causado polémica en Francia y la Asociación de Prensa Judicial considera que falta contra la libertad de prensa. El organismo ha denunciado en un comunicado los métodos abusivos y despectivos utilizados por el presidente del tribunal.
Los únicos que se habían negado a las proyecciones eran los abogados defensores, mientras que la propia Giséle había pedido que se difundiera todo públicamente. "Quería abrir las puertas de la sala porque no espera nada de este proceso, su vida ya está destrozada", ha reconocido uno de los abogados de la víctima, Antoine Camus.
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