El Líbano sigue con las carreteras y el aeropuerto totalmente colapsados por una población que trata de huir a toda costa. El fuego cruzado entre Israel y Hezbolá ha alcanzado niveles insólitos en las últimas 24 horas. En la zona hay 1.000 españoles. Algunos nos han contado cómo están viviendo los bombardeos, explica en el vídeo Elena Moral.
“Tuvimos que cerrar el centro porque a partir de las once empezamos a escuchar bombardeos y a ver las columnas de humo”, explica el director de centro Maristas en Sidón, Juan Carlos Fuertes.
Los 1.000 españoles, a los que el ministerio de Exteriores pide que se vayan del Líbano, han visto como las bombas han cambiado sus vidas. “La primera vez que lo escuché salté de la cama”, cuenta otro joven español.
Al otro lado, la cúpula de hierro sigue derribando los misiles de Hezbolá. Según Israel 1.500. Israel dice que poner fin a esta guerra está en manos de la milicia.
El presidente iraní ha afirmado que los ataques en Líbano no pueden quedar sin respuesta. Masoud Pezeskhian ha afirmado en la ONU: “la responsabilidad de todas las consecuencias recaerá sobre los gobiernos que han frustrado todos los esfuerzos mundiales para poner fin a esta catástrofe y tienen la audacia de llamarse campeones de los derechos humanos".
Mientras, medio millón de desplazados del sur del Líbano buscan refugio en Beirut.
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