La Fiscalía de Sicilia ha anunciado el comienzo de una investigación por homicidio involuntario y negligencia en el caso del naufragio del yate del magnate británico Mike Lynch, que se saldó con la muerte de siete personas, entre ellas el empresario y su hija de 18 años.
El yate del empresario, el 'Bayesian', se hundió en la madrugada del 19 de agosto en medio de una tormenta en el puerto de Porticello. El barco estaba anclado mientras Lynch y varios amigos celebraban la absolución del magnate en un caso por fraude, pero el yate acabó volcando sobre un costado antes de hundirse a 50 metros de profundidad.
El caso de la Fiscalía no menciona sospechosos y apunta a "personas desconocidas" que podrían haber facilitado el naufragio al dejar escotillas abiertas o al apagar el motor del barco.
"Estamos sólo en una fase inicial. No descartamos la posibilidad de que se produzcan evoluciones que podrían ser de cualquier tipo", ha añadido el fiscal en una comparecencia recogida por el diario italiano 'La Stampa'.
"El naufragio ha sido una tragedia muy grave en la que hemos tenido la suerte de contar con la colaboración de algunos cuerpos de Bomberos que han tenido un coraje excepcional llevando a cabo operaciones que no han sido nada fáciles. Nuestro agradecimiento y el máximo reconocimiento por el valor demostrado va dirigido a esta organización, así como a la Guardia Costera y a otras fuerzas del orden", ha indicado.
Según las reconstrucciones que han hecho varios medios italianos para tratar de responder a la pregunta de cómo un yate de lujo y de vanguardia pudo hundirse tan rápido, y tal y como señala la investigación, todo apuntaría a una cadena de errores humanos.
Una escotilla de la cubierta superior dejada abierta, a orza móvil en posición elevada, el posicionamiento incorrecto del buque y un retraso en la activación del sistema automático que asegura el barco en caso de peligro.
La investigación también revela que había ojos de buey parcialmente abiertos, que pudo facilitar la entrada abundante de agua por las ventanas. La mayor atención se centra en la orza móvil, la pieza metálica que sirve para asegurar exteriormente a la quilla con el fin de aumentar su calado y ofrecer mayor estabilidad.
Los buzos encontraron la orza levantada durante las primeras inspecciones del velero en el fondo marino a 49 metros. Se cree que la tripulación subestimó el peligro y en consecuencia un velero inestable no fue capaz de resistir el impacto del torbellino, según los expertos. "No vimos venir el peligro", confesó el capitán James Calfiled en el hospital.
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