La extrema derecha no gobernará en Francia, para celebración de los partidarios de la izquierda y el centro, que celebran el triunfo de la estrategia para evitar su llegada al poder. Los resultados de las elecciones, no obstante, dejan un escenario complejo, con el país dividido en tres bloques., como informa en el vídeo Rubén G. Enebral.
Con una participación récord, la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular gana las elecciones con 182 escaños y un 31,5% de los votos, lejos aún de la mayoría absoluta. Mientras, en segunda posición están los ‘macronistas’ de Juntos por la República, con 168 escaños, y en tercer lugar queda el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen Pen, que partía como favorita tras su victoria en la primera vuelta, pero se queda con 143 escaños; un giro inesperado que provocó una reacción desigual en ambos grupos al descubrir los resultados.
Los gritos de alegría y las lágrimas de alivio entre los electores del Nuevo Frente Popular contrastan hoy con la decepción y el desánimo de los votantes de la extrema derecha, que esperaban consolidar la victoria inicial.
De momento, Emmanuel Macron ha decidido mantener a Gabriel Attal como primer ministro hasta que se despeje el horizonte político. La izquierda ha ganado las elecciones, pero ni tiene mayoría absoluta ni un liderazgo concreto para gobernar. Tendrán que ponerse de acuerdo para designar a un candidato a primer ministro.
De momento, Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, ya ha sido rechazado. En el caso de los socialistas, el nombre que suena con más fuerza es el de Raphaël Glucksmann, que fue cabeza de lista en las europeas, pero todo está en el aire y el Gobierno podría quedar en manos de un técnico de la función pública hasta las próximas elecciones.
Tras el giro de guion, la dirigente de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, ha subrayado que la victoria de su partido político, que ha quedado en tercer lugar, “solamente se retrasa”.
"La marea está subiendo. Esta vez no ha sido suficiente y, por tanto, nuestra victoria solo se retrasa. Eso es todo, es una victoria aplazada", ha dicho, haciendo hincapié en la “progresión frente” a una amplia coalición de izquierdas.
"Tengo demasiada experiencia para sentirme decepcionada por un resultado en el que multiplicamos nuestro número de diputados”, ha aseverado.
Mientras, el líder de Los Republicanos (LR), Eric Ciotti, ha denunciado una "alianza de la vergüenza" que ha dado "el poder a la extrema izquierda" en la segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia.
"Somos los representantes del pueblo para oponernos a la Asamblea Nacional, a este increíble espectáculo que se ha visto esta tarde en todas partes de Francia, a esta alianza de la vergüenza que han sumado los macronistas, los ecologistas, los insumisos, los socialistas, los comunistas, los amigos de (Xavier) Bertrand, que se han comprometido en esta alianza de la vergüenza”, ha señalado.
Por su parte, el fundador de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, ha exigido a Emmanuel Macron que nombre a un primer ministro de su alianza de izquierdas, pero el presidente le ha pedido a Gabriel Attal que siga al frente del ejecutivo "por el momento" para , –dice–, "garantizar la estabilidad"
Los franceses que han acudido a los periódicos esta mañana han leído titulares tan inquietantes como ‘Es una locura’ o ‘Y ahora ¿qué hacemos?’, y en las marquesinas otros como ‘De la crisis, al caos’.
Por su parte, tras las declaraciones de Kylian Mbappé pidiendo a sus compatriotas que votaran "al lado bueno", varios de sus compañeros en la selección francesa de fútbol han mostrado su alegría por los resultados. Entre ellos Ousmane Dembelé, intercalando la composición de la nueva Asamblea con su rostro sonriente.
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