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Los laboristas han conseguido una aplastante victoria tras 14 de años de gobierno conservador. Ahora toca convertir en realidad las promesas de campaña. En la agenda de Keir Starmer aparecen los temas más dolorosos para los votantes: que son las demandas de los británicos por el alza de los precios, el deterioro de servicios públicos como la sanidad, la educación y el tema migratorio.
Los laboristas han prometido un enorme crecimiento económico en el país y aliviar el pago de facturas de luz, las dificultades de acceso a la vivienda; el desmantelamiento de los servicios públicos. Un programa ambicioso para un país desencantado y agobiado por los problemas financieros.
En su programa el nuevo Gobierno ha prometido construir 1,5 millones de nuevas viviendas, una deuda histórica que tienen los laboristas con varias generaciones que por los bajos salarios no pueden acceder a un piso, ni pagar el adelanto para una hipoteca.
Otro de los temas candentes a los que han apuntado los laboristas en su programa es recuperar el Sistema Sanitario. Para ello prometen dos millones de procedimientos médicos más para agilizar las operaciones, tratamientos y citas con especialistas.
La estrategia que se plantean es el pago de horas extras a los médicos y sanitarios en general que trabajen en horario nocturno y los fines de semana para recortar las listas de espera, así como la contratación de más personal.
A pesar de las promesas de Zunak y del Brexit, en general sobre la inmigración, las personas que han llegado al país no para de aumentar. En 2023, 1,2 millones de personas emigraron al Reino Unido.
En 2024, 13.195 han cruzado en pequeños barcos el Canal de la Mancha, según datos oficiales, un número superior al mismo periodo de hace cuatro años.
Los laboristas han prometido desechar el plan Ruanda, que planteaba enviar a ese país africano, paralizado los problemas jurídicos que enfrenta.
El nuevo Gobierno se plantea crear un Comando de Seguridad y Fronteras con un fondo de 75 millones de libras y acabar con las bandas que trafican personas. Por ello se espera que busque un acercamiento con la UE.
Los analistas advierten de que el tamaño del agujero que dejan enfrenta al nuevo gobierno a aumentar la deuda o subir los impuestos. En la campaña, Starmer, sin embargo, evitó hablar de la subida de impuestos, aunque propuso poner IVA a las escuelas privadas con el objetivo de garantizar una educación para todos los niños a una educación de calidad.
La fórmula es fomentar y estimular el crecimiento económico en todo el país. bajar la tasa de desempleo, estimular la creación de empresas y de oportunidades para jóvenes.
Para aliviar el pago de facturas de luz y de paso, tener seguridad energética, en el programa laborista aparece la creación de una empresa pública de energía limpia, “financiada con el impuesto a las ganancias inesperadas de las grandes energéticas”.
Keir Starmer ha comprometido que respetará la voluntad de los británicos que votaron en 2016 para salir de la Unión Europea. Es decir, respetará el Brexit, pero seguramente buscará acuerdos con la Unión Europea.
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