Benjamin Netanyahu dice estar cerca de terminar con Hamás mientras Israel intensifica sus ataques en el sur de Gaza. Entre nuevos bombardeos, la noche ha sido especialmente dura en el campo de refugiados de Jan Yunis, como informa en el vídeo Elena Moral.
“Por su seguridad, deben evacuar inmediatamente la zona humanitaria", rezaba el mensaje que recibieron los desplazados en el campamento.
Por su parte, la yihad islámica, los aliados de Hamás, lanzaron 20 cohetes hacia territorio israelí y, aunque no causaron daños, es el mayor ataque en meses y una muestra de su capacidad defensiva.
En su búsqueda, no obstante, el ejército israelí ha encontrado la mayor fábrica de cohetes de la yihad y ya ha sido demolida, aunque se esperan nuevos ataques en el área.
"Las fuerzas han localizado el mayor centro subterráneo de producción de piezas de cohetes y misiles de largo alcance de Yihad Islámica Palestina en la Franja", señalaba concretamente el Ejército israelí en un comunicado en el que además incluyen imágenes de las instalaciones.
Según indican, durante las operaciones los militares entraron en combate con milicianos islamistas tanto en la superficie como en el subsuelo. Las autoridades de Israel estiman que Yihad Islámica ha producido "cientos de cohetes" en estas instalaciones en los últimos años.
"La destrucción del puesto avanzado y de los tornos subterráneos ha dañado la capacidad de la organización de producir cohetes para ser lanzados hacia el territorio del país", han apostillado las autoridades castrenses israelíes.
Este anuncio del Ejército llegaba además apenas unas horas después de que la prensa israelí se hiciera eco de un vídeo publicado por las Brigadas Ezzeldín al Qassam, el brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), en el que alardeaban de la producción de misiles.
Aunque ambas milicias no guardan buena relación, especialmente tras el ascenso al poder de Hamás en 2007, Yihad Islámica también formó parte del ataque a gran escala lanzado desde la Franja de Gaza contra Israel a comienzos de octubre, que se cobró la vida de casi 1.200 personas y dejó casi 240 rehenes y sirvió como 'casus belli' de la posterior campaña militar israelí, que suma ya 37.900 muertos.
Entre tanto, la imagen de las últimas horas vuelve a ser la de la desolación de las víctimas civiles, con una mayoría caminando sin rumbo.
Para personas como Ahmed y su familia, es ya la quinta vez que intentan ponerse a salvo: “Es agotador, esta vez no llevamos nada con nosotros. No hay tiempo para cargar nada. Básicamente, no hay transporte. Tengo niños conmigo y todos van andando”, cuenta ante las cámaras.
Mientras, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dice estar acercándose a su objetivo: “Estamos avanzando hacia el final de la fase de eliminación del ejército terrorista de Hamás, y continuaremos atacando a sus aliados”, ha señalado.
Todo ello mientras continúan los ataques: devastación en Cisjordania sobre áreas residenciales; cohetes sobre suelo israelí desde el Líbano; y nuevos bombardeos en la Franja; un escenario continuado que, a corto plazo, parece no tener fin.
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