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El juicio contra Donald Trump, el primero de carácter penal contra un expresidente de Estados Unidos, comenzará este lunes con la selección del jurado, que dada su complejidad podría alargarse dos semanas. El candidato republicano, que pretende repetir en la Casa Blanca, comparecerá ante la Justicia por soborno a la actriz porno Stormy Daniels, a quien habría pagado para que guardara silencio de las relaciones que mantuvieron.
La elección de los 12 miembros del jurado se convertirá un desafío a causa de la radicalización política en torno al expresidente Trump, que no para de alentar a sus seguidores contra sus rivales.
Los miembros del jurado deberán demostrar que no tienen prejuicios ni ideas preconcebidas que puedan influir en su veredicto. El juez interino de la Corte Suprema de Nueva York, Juan Manuel Merchan, es el encargado de liderar el proceso judicial contra Donald Trump, el primero en Estados Unidos contra un expresidente.
Trump está acusado de ofrecer 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels para que no divulgara una relación sexual que mantuvo con la mujer al margen de su matrimonio. Si bien el pago por que una persona no difunda información no es ilegal en Estados Unidos, a Trump se le acusa de haber creado un esquema de dinero secreto para eludir el escándalo sexual con Daniels en la campaña de 2016, lo que sí le comporta cargos penales.
Según la defensa de Daniels, los pagos buscaban comprar el silencio de la actriz durante la campaña electoral de 2016 en Estados Unidos, la cual terminó con Donald Trump como presidente.
El diario The New York Times aseguraba hace unos días que la Fiscalía prefiere a jurados con estudios universitarios, a los que se presuponen opiniones progresistas y más cercanas al Partido Demócrata, y por ende más severos hacia el expresidente republicano.
La defensa, por el contrario, apostará por ciudadanos procedentes de cuerpos de seguridad como la policía y los bomberos -donde abundan las sensibilidades conservadoras- y hasta trabajadores de limpieza, así como personas que hayan tenido alguna experiencia negativa con el sistema judicial.
El juez Juan Manuel Mercan, de origen colombiano, responsable del caso más mediático de la década, ha decretado una orden mordaza contra el mismo Trump, una herramienta relativamente común en el sistema judicial estadounidense que prohíbe a un acusado los comentarios públicos -incluido en redes sociales- sobre los implicados en su proceso.
En el caso que se inicia este lunes, la medida impone a Trump abstenerse de hacer comentarios sobre los testigos, fiscales, miembros del jurado y personal de la corte, así como a sus familiares. Esa misma orden fue ampliada el 1 de abril para incluir al propio juez y sus familiares, así como al fiscal Alvin Bragg.
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