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A punto de cumplirse dos años de guerra en Ucrania, el 24 de febrero, en Kiev se siguen produciendo alarmas antiaéreas casi a diario. La periodista de Informativos Telecinco, Esperanza Calvo y su cámara, Mauri González, llevan allí varios días y se han tenido que resguardar en un refugio antimisiles que se encuentra en los bajos de un hotel donde se han alojado. Se trata de un garaje que se ha acondicionado para situaciones de riesgo ante misiles balísticos.
Dos de estos misiles han impactado en las últimas horas en la ciudad de Poltava, así como en el centro de Kiev. Esperanza Calvo ha podido comprobar de primera mano cómo se produce la defensa antiaérea de la capital ucraniana y cómo trabajan para evitar que los misiles puedan alcanzar objetivos civiles.
La corresponsal de Informativos Telecinco ha salido este lunes de Kiev hasta una ubicación que no se puede revelar y que le han facilitado por GPS los miembros de la brigada de defensa antiaérea de Kiev, quienes hacen frente a misiles casi todos los días para defender a los tres millones de habitantes de la ciudad.
Las medidas de seguridad para llegar a la citada brigada son extremas. Han tenido que cambiar varias veces de coche para alcanzar la posición. Y cuando han llegado, les han pedido que difuminen la línea del horizonte de los vídeos que les han facilitado, donde muestran cómo trabajan.
Todo, para que los rusos no puedan geolocalizar la ubicación de los carros de combate Gepard, encargados de defender la capital de cualquier dron o misil que entre en su espacio aéreo. Sus dos potentes radares detectan, persiguen y derriban los objetivos de forma automática. Una operación estresante. Tienen tan solo 10 segundos para alcanzar el objetivo.
Cada misil o dron derribado es una pequeña victoria para ellos, porque habrán salvado cientos de vidas. "Si no tuviésemos estos Gepard tendríamos que hacerlo de forma manual", explica el comandante Alexander, que agradece la donación de los carros de combate de diseño alemán.
La defensa antiaérea de Kiev es extremadamente costosa. Cada Gepard puede disparar unos 50 proyectiles por minuto, pero cada proyectil cuesta unos 1.500 euros. Estamos hablando de 75.000 euros en cada minuto. Por eso, recuerdan, la ayuda occidental tiene que seguir llegando a Ucrania.
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