El complejo de Auschwitz estuvo formado por diversos campos de concentración de la Alemania nazi en los territorios polacos ocupados durante la II Guerra Mundial. Situado a unos 43 kilómetros de la ciudad de Cracovia, fue el mayor centro de exterminio del nazismo, víctimas del Holocausto cuya memoria se recuerda cada 27 de enero.
Entre 1940 y 1945, cerca de 1,3 millones de personas, como es el caso de Annete Cabelli, fueron enviadas a Auschwitz, de las cuales fallecieron 1,1 millones. La gran mayoría de las víctimas mortales, aproximadamente un millón (el 90%), eran judías, aunque también hay que contar a gitanos, prisioneros de guerra, comunistas, homosexuales o disidentes del régimen.
El primer transporte masivo al campo de concentración de Auschwitz tuvo lugar el 14 de junio de 1940. Entre los prisioneros había 728 presos políticos y miembros de la resistencia polaca, apunta 'The Auschwitz Tours'. Se les asignaron los números a partir del 31 porque del 1 al 30 fueron para un grupo de criminales alemanes procedentes de Sachsenhausen.
El primer traslado masivo de judíos a Auschwitz, desde el campo de tránsito de Poprad, en Eslovaquia, ocurrió en marzo de 1942.
Por otra parte, la primera matanza en la cámara de gas fue a principios de septiembre de 1941. Unos 850 reclusos, indica la mencionada web, fueron asesinados con Zyklon B en el sótano del bloque 11 de Auschwitz I. Para mantener a las víctimas tranquilas, se les dijo que iban a ser desinfectadas y despiojadas.
Tras su clausura, el edificio se convirtió en un almacén y, más tarde, en un refugio antiaéreo de las SS (Schutzstaffel), organización paramilitar, policial, política, penitenciaria y de seguridad al servicio de Adolf Hitler y del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en la Alemania nazi. La cámara de gas y el crematorio se reconstruyeron después de la guerra.
A pesar de que las SS vigilaban los asesinatos, el grupo de prisioneros denominado 'Sonderkommandos' se encargaba del trabajo sucio. Eran en su mayoría judíos que recogían los cadáveres, les quitaban las joyas, el pelo, el oro de los dientes y otras pertenencias antes de llevarlos a incinerar. Vivían separados de los demás prisioneros y su esperanza de vida era corta. Eran asesinados y sustituidos con regularidad y muchos de ellos se suicidaban.
Tadeusz Wiejowski, un zapatero polaco, fue la primera persona que escapó del campo de concentración de Auschwitz. En 1941, una vez recapturado, fue llevado al campo de prisioneros de Jaslo, donde le ejecutaron.
Según el historiador polaco Henryk Swiebocki, al menos 802 prisioneros (757 hombres y 45 mujeres) intentaron escapar después de Wiejowski. Sólo 144 tuvieron éxito, 327 fueron capturados y de 331 se desconoce el destino.
El 18 de enero de 1945, señala 'The Auschwitz Tours', Engelbert Marketsch, un criminal alemán trasladado desde Mauthausen, se convirtió en el último prisionero al que se le asignó un número de serie en Auschwitz (el 202499).
Los 15.000 prisioneros judíos que llegaron a Bergen-Belsen fueron liberados por los británicos el 15 de abril de 1945. Alrededor de 7.000 presos, que se encontraban demasiado enfermos para moverse, permanecieron en Auschwitz y también quedaron libres.
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