Los resultados de Donald Trump en los caucus republicanos de Iowa son aplastantes, más de la mitad de los votos han sido para para el expresidente de los Estados Unidos, muy lejos sus dos contrincantes más directos: Ron DeSantis y Nikki Haley que quedan en torno al 20 %.
Tras arrasar ha hablado como si fuera ya el candidato republicano a la Casa Blanca y ha pedido a sus dos grandes rivales que se retiren, e incluso al país entero que se una en torno a él.
Pese a que Iowa no es un estado muy representativo de todo Estados Unidos, tras la victoria tan aplastante se pueden leer algunas pistas de lo que puede pasar en el resto de las primarias, según afirma la corresponsal de Informativos Telecinco en EEUU, Dori Toribio.
Trump ha ganado entre los votantes, no solo de su base que son los más conservadores y evangélicos, sino también entre los votantes independientes que son clave en muchos estados. Iowa confirma lo que venían diciendo las encuestas desde hace meses en todo el país, y es que Trump es la figura dominante del partido republicano y que en este momento no tienen rivales fuertes para ganarle en las primarias.
Lejos de pensar que los numerosos requerimientos judiciales entre los que se encuentra inmerso le harían entorpecer su destino a la Casa Blanca, estos le están ayudando. Trump ha conseguido incluir sus problemas legales como parte ya de su campaña electoral y reparte su tiempo entre los mítines y los tribunales.
Este mismo martes se encontraba en un juzgado de Nueva York en un juicio por difamación, y muchas de estas comparecencias son voluntarias donde Trump aprovecha para hablar ante las cámaras y denunciar una caza de brujas.
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