Este lunes es el pistoletazo de salida de los caucus de Iowa. Primera parada de las primarias republicanas para decidir quién será el candidato para representar a este partido en las elecciones presidenciales de noviembre. La tensión en Estados Unidos es máxima.
Entre los demócratas no hay partido, Joe Biden es el candidato a la reelección. El actual presidente estadounidense desde el primer momento confirmó su candidatura. Los politólogos creen que para los demócratas el enfrentamiento Biden- Trump consolida las posibilidades del actual inquilino de la Casa Blanca. En todo caso la situación de popularidad de Joe Biden no atraviesa por su mejor momento. La última encuesta de ABCNews indica que el actual presidente solo tiene una aprobación del 33% de los adultos. Esto es una popularidad por debajo de Donald Trump mientras era presidente que el bajo de Trump con un mínimo del 36% y la peor consideración desde George W. Bush entre 2006 y 2008, en plena guerra de Iraq. El 58% de todos los adultos desaprueba el trabajo de Biden.
Tradicionalmente quien gana los “caucus” de Iowa, un estado pequeño del medio oeste estadounidense, suele liderar al partido al final del proceso y se presenta en verano a los Congresos de cada uno de los partidos con el “ticket” con el que aspira a presentarse en las elecciones. A juicio de Florentino Portero, Investigador Sénior de la Fundación Civismo. “Estados Unidos está viviendo una crisis social de alta intensidad que hace de estas elecciones algo especial. Obama creó sin saberlo a Trump y éste generó un rechazo tan alto entre buena parte de la población que perdió la reelección ante Biden. Ninguno de los dos reúne condiciones para ser un buen presidente, un líder capaz de cohesionar al país en torno a unos ideales y objetivos comunes”. Y esta situación parece evidente en todas las encuestas en las que no hay ningún candidato que inspire una atracción especial.
Para Portero, “Trump refundó el Partido Republicano, haciéndolo más nacionalista y proteccionista. Esa refundación está por consolidar. Si ganara y accediera a la Casa Blanca nos encontraríamos ante la definición final del nuevo republicanismo, muy alejado del legado de Reagan”. En todo caso, apunta, “la candidata Haley podría tener una oportunidad si los tribunales negaran a Trump la posibilidad de competir. Entre todos los candidatos, de uno y otro partido, es la personalidad más preparada y atractiva”.
Donald Trump regresa a primera fila de la vida política de Estados Unidos tras haber protagonizado cuatro años de negacionismo y portadas a causa de problemas de la justicia.
Donald Trump se marchó de la Casa Blanca en enero del 2021 por la puerta de atrás. No asistió, por primera vez, a la toma de posesión de Joe Biden. Sus seguidores habían protagonizado días antes el Asalto al Capitolio, probablemente el acto violento contra la Institución más importante de la primera economía del mundo en más de un siglo.
Este martes tendremos los resultados de las primarias de Iowa, y lo normal es que Donald Trump arrase. Sus contrincantes, Ron DeSantis, gobernador de Florida y Nikki Haley, ex embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas van muy por detrás en las encuestas.
Según la casa de encuestas FiveThrityEight, Trump lidera con un 57% de la intención de voto.
Por detrás, muy por detrás el resto de los aspirantes. Parece evidente que Donald Trump está en una buena situación para ganar las primarias, mientras que en un supuesto enfrentamiento entre Biden y Trump hay partido ante una sociedad polarizada y dividida en cuestiones tan importantes como política migratoria, política económica y políticas sociales.
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