Pánico y terror en Irán. Hasta 84 personas han muerto en un doble atentado perpetrado este miércoles cerca del cementerio en la provincia de Kermán (sur) en el que está enterrado Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria muerto en un bombardeo ejecutado por Estados Unidos en enero de 2020 en la capital de Irak, Bagdad. El Departamento de Emergencias de Kermán informó inicialmemte de más de 100 fallecidos, sin embargo, después ha reducido la cifra. Los heridos son 282.
El ministro del Interior iraní, Ahmad Vahidi, ha recalcado que "según las últimas estadísticas de medicina forense, el número de mártires es 84", extremo confirmado por fuentes del Ministerio de Sanidad de Irán citadas por la agencia iraní de noticias IRNA.
Vahidi ha alertado de que varios de los heridos se encuentran en estado grave, por lo que la cifra de fallecidos "podría cambiar", al tiempo que ha aplaudido la labor de los servicios sanitarios y ha resaltado que "han realizado 111 cirugías a los heridos".
Así, ha indicado que la cifra de heridos asciende a 282, de los cuales 220 continúan ingresados. "Muchos de los heridos están bien o necesitan cirugías menores", ha detallado, antes de incidir en que "todo el personal médico ha sido movilizado para solucionar rápido el problema de los heridos".
La primera de las explosiones tuvo lugar a unos 700 metros de la tumba de Qasem Soleimani, situada en el Jardín de los Mártires, mientras que la segunda fue minutos después en una zona cercana durante un acto este miércoles por el cuarto aniversario de la muerte de Soleimani, fallecido el 3 de enero de 2020 a causa de un ataque estadounidense. Según varios informes, los explosivos habían sido colocados en varias bolsas dejadas en la zona, tras lo que fueron activados por control remoto, si bien por el momento ningún grupo se ha atribuido la autoría del doble atentado, que ha llevado al Gobierno iraní a declarar este jueves, 4 de enero, como día de luto nacional.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha expresado sus condolencias por el alto número de víctimas y ha prometido erradicar el terrorismo y la violencia, en un mensaje en el que ha advertido de que las autoridades identificarán a los responsables de este "acto atroz" para castigarlos. "Los enemigos deberían saber que estas acciones nunca modificarán la determinación de Irán para defender los ideales islámicos", ha proclamado, en un mensaje recogido por prensa oficial.
El ministro del Interior ha destacado además que "las agencias de seguridad e Inteligencia tienen autoridad sobre el asunto y controlan la situación" y ha insistido en que "todo es normal y está en calma en Kermán". "El incidente de ayer está siendo analizado e investigado", ha dicho.
En este sentido, ha denunciado que el "incidente terrorista" fue "un acto amargo y cobarde", antes de abundar en que "demuestra la profundidad de la maldad de los enemigos", antes de recordar que el ataque fue ejecutado contra una procesión en recuerdo de Soleimani en el cuarto aniversario de su muerte.
"Los terroristas que tenían miedo del mártir Soleimani han demostrado que también tienen miedo de sus seguidores", ha sostenido Vahidi, quien ha asegurado que los responsables "serán capturado" y "recibirán una firme bofetada".
El vicepresidente primero de Irán, Mohamad Mojbar, se ha desplazado también a Kermán para analizar la situación y realizar una visita a los heridos. Tras su llegada al lugar, ha trasladado sus condolencias a los familiares de las víctimas y ha apuntado a Israel como responsable del ataque.
"El régimen sionista no es capaz de un enfrentamiento directo y este incidente es una continuación de la desesperación y el fracaso del falso régimen sionista tras la operación 'Inundación de Al Aqsa'", ha dicho, en referencia a los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí.
Miles de personas se habían concentrado en la ciudad para rendir homenaje a Soleimani, una de las víctimas de un ataque con drones perpetrado por Estados Unidos. Entre los muertos estuvo también Abú Mahdi al Muhandis, entonces 'número dos' de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) -una coalición de milicias progubernamentales iraquíes apoyadas por Irán-. Un tribunal iraní condenó el 6 de diciembre al Gobierno de Estados Unidos y a otras instituciones e individuos del país norteamericano a pagar unos 50.000 millones de dólares (más de 46.000 millones de euros) por la muerte de Soleimani, tras emitir decenas de órdenes de arresto contra altos cargos estadounidenses, incluido el expresidente Donald Trump.
El suceso en Kermán tiene lugar además tras la muerte el 25 de diciembre de Razi Musavi, un alto cargo de la Guardia Revolucionaria de Irán, en un bombardeo llevado a cabo por Israel contra la capital de Siria, Damasco, en pleno repunte de las tensiones en la región por el conflicto desatado tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás. Musavi era una figura clave en la coordinación militar entre Irán y Siria y, según Teherán, cumplía labores de asesoría en esta materia en Damasco. La misión fue lanzada en 2014 y estuvo encabezada en su momento por Soleimani, en lo que las autoridades iraníes describieron como una operación para hacer frente al grupo yihadista Estado Islámico en Irak y Siria.
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