El Día del Migrante, creado por la ONU desde el año 2000, tiene cada vez más vigencia en un planeta, donde millones de personas tienen que dejar sus hogares en busca de una vida mejor. Las guerras, el hambre y el cambio climático obligan a abandonar sus tierras de origen y llegar a países, donde no son bienvenidos.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dedicado su último mitín electoral a un discurso contra los inmigrantes acusándolos de estar "envenenando la sangre de nuestro país", en línea con su impulso a la oleada de odio que ha impulsado la ultraderecha contra el fenómeno migratorio.
"Dejaron entrar en nuestro país a 15 o 16 millones de personas. Cuando hacen eso, tenemos mucho trabajo que hacer. Están envenenando la sangre de nuestro país", ha gritadoTrump ante una multitud de simpatizantes en un mitin celebrado en New Hampshire. "Eso es lo que han hecho. Envenenan los psiquiátricos y las cárceles de todo el mundo, no solo de Sudamérica, no sólo de tres o cuatro países en los que pensamos, sino de todo el mundo. Están entrando en nuestro país desde África, desde Asia, por todo el mundo".
En contraste contra estas ideas xenófobas, la Organización de Naciones Unidas destaca con esta efeméride "visibilizar los retos, dificultades y adversidades que deben afrontar los migrantes en el mundo, y efectuar un llamamiento a todas las naciones a contribuir a que "la migración sea un proceso seguro, regular y digno."
En ese sentido, la ONU subraya que "las personas en movimiento, trabajadores, estudiantes, emprendedores, miembros de familias, artistas y muchas más, son agentes impulsores muy poderosos para el desarrollo tanto en los países de origen como de destino."
Desde el organismo internacional reclamn de la necesidad urgente de que "la comunidad internacional provea soluciones centradas en las personas y basadas en evidencias para que la gente pueda permanecer en sus comunidades, y para quienes desean o deben desplazarse". Sobre los migrantes, que los países desarrollados necesitan para impulsar sus economías, la ONU recuerda que "cada persona puede marcar una diferencia. Cada persona puede ser un agente de cambio. Juntos, nuestras acciones colectivas de hoy nos prepararán para un mejor mañana."
El hambre, el desempleo, las guerras, la persecución por motivos políticos, ideológicos o religiosos y los cambios climáticos y catástrofes naturales son las principales razones que impulsan a millones de personas a abandonar sus casas.
Según datos de la ONU, a finales de 2021, más de 59 millones de personas se desplazaron por estos conflictos, inseguridad y efectos de cambio climático, migraciones que la mayoría son a través de rutas peligrosas, que muchas veces controlan las mafias.
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